La candidata del PP a la presidencia del Consell, María Salom, y el candidato a la alcaldía de Palma, Mateu Isern, de visita en el Mercat de l'Olivar. | P. Pellicer

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El candidato del PP al Ayuntamiento de Palma, Mateu Isern, ha anunciado su intención derribar las 586 viviendas de Camp Redó si gobierna en la próxima legislatura. Se trata de evitar que continúe siendo un gueto para lo que es preciso, ha dicho, apostar por la «reconversión absoluta del barrio».

De esta forma echará marcha atrás en uno de los proyectos estrella del actual equipo de gobierno de la alcaldesa socialista, Aina Calvo, que comenzó a ejecutarse el pasado mes de febrero.

En una entrevista concedida a Europa Press, Isern ha precisado su propuesta de tirar Corea y hacer un nuevo barrio, que esté integrado en la ciudad y que sea una prolongación de la calle General Riera. A su juicio, el proyecto de Camp Redó, tal y como se ha planteado, «está condenado irreversiblemente al fracaso, porque está estructurado como un gueto».

Esta idea choca frontalmente con el proyecto que ha puesto en marcha Calvo que tiene un plazo de ejecución de entre 10 y 12 años para completarlo. La previsión es que se puedan reformar dos bloques por año; hay un total de 26. «Es demasiado tiempo para rehabilitar unas viviendas que no responden a las necesidades actuales», ha opinado.

Por otra parte, el cabeza de lista a Cort del PP ha explicado que en su programa electoral está totalmente descartado el proyecto de tranvía de Palma, para lo que deberá paralizar el proyecto básico del primer tramo del tranvía, previsto que salga este mismo año a información pública, con el fin de que pueda comenzar a construirse a finales de 2011.

Continuará con el plan de desmantelamiento de Son Banya

No obstante, el alcaldable ha asegurado que su partido «no va aplicar ningún tipo de política revanchista», de modo que «no se va a desaprovechar algo por el simple hecho de que lo haya impulsado el equipo de gobierno del PSOE, aunque nosotros no lo hubiéramos hecho de esa forma», ha asegurado.

Una muestra de ello, es que su formación apuesta por el desmantelamiento del poblado de Son Banya, una actuación que ha promovido el regidor del Area de Bienestar Social, Eberhard Grosske. «Hemos de seguir una política continuista. Tenemos que conseguir acabar con Son Banya, por lo tanto, continuaremos trabajando en la línea actual» ha afirmado Isern.

Tras remarcar que quiere seguir potenciando el uso de la bicicleta en Palma «pero sin obsesionarse», el candidato del PP ha dejado claro que el trozo del carril que discurre por las Avenidas «resta mucho más que suma», por lo que «se va a eliminar dándole un trazado alternativo, dando respuesta a una demanda mayoritaria de los palmesanos». Su propuesta en este ámbito pasa también por extender el uso de las bicicletas públicas a los turistas.

Así, Mateu Isern ha apuntado que les gustaría ampliar las líneas del metro de Palma, «como mínimo hasta el Parc Bit y Son Espases», aunque ha reconocido que será difícil porque «estoy convencido de que nos vamos a encontrar los cajones vacíos y el endeudamiento al límite, lo que nos impedirá poder llevar a cabo proyectos tan costosos».

«Lo fundamental no es hacer un tranvía, sino conseguir generar actividad económica que permita crear empleo», ha remarcado el candidato del PP quien ha insistido en dar un impulso al turismo porque es «el verdadero motor económico de Palma». En este sentido, ha remarcado, que si gobierna su prioridad será la de luchar contra la crisis económica y fomentar las políticas para generar empleo.

La reconversión de la Platja de Palma «será una realidad»

En este punto, ha abogado por impulsar definitivamente la reconversión de la Playa de Palma porque «generará una actividad económica brutal» tanto durante su ejecución como posteriormente, una vez que la zona haya recuperado el esplendor que perdió hace años.

«Ya no hay excusas. La fábrica de Palma es la Playa de Palma y hay que volverla a poner a punto. Hay que comenzar por dotar de más seguridad a esta zona turística, para seguir por la reforma de la primera zona comercial y la remodelación de las fachadas de los edificios. Estas actuaciones darán un impulso importante a un proyecto que tiene que estar liderado por la iniciativa privada», ha argumentado al respecto.

En cuando a las medidas de ahorro previstas dentro de la institución municipal, Isern ha asegurado que su intención es «la de no privatizar nada, pero sí fusionar varias empresas municipales» con el objetivo de evitar duplicidad de costes, personal, asesorías jurídicas, en definitiva, buscar la eficiencia de la administración «de obligado cumplimiento dadas las circunstancias».

Por último, ha enfatizado en que su prioridad si es alcalde se centrará en fomentar políticas que sirvan para crear las bases necesarias para reducir el paro. «En un momento de crisis como el actual no es un momento de hacer grandes infraestructuras, sino de hacer política de apoyo a las empresas, a los comercios... para que se solvente el problema principal, que es el paro».

«Destinaremos cuantos recursos sean necesarios a las capas más desfavorecidas, sin ningún tipo de limitación, hasta que se comience a generar empleo», ha apostillado.