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Esquerra Unida de les Illes Balears se ha comprometido hoy a parar los cuatro «pelotazos urbanísticos» que prevé en Palma si gana el PP, entre ellos la operación del Mallorca de volver al Luis Sitjar, y ha pedido al resto de los partidos que den su opinión sobre estos proyectos populares.

El concejal de Benestar Social, Treball, Participaciói Cultura, Eberhard Grosske, ha comparecido en rueda de prensa en las inmediaciones del antiguo estadio para llamar la atención sobre los «pelotazos» que suponen los proyectos urbanísticos que se llevarían a cabo si el PP gana las elecciones en los comicios del 22 de mayo.

A la rueda de prensa también ha asistido la candidata de EU al Ajuntament de Palma, Aina Comas, que ha mostrado su oposición a la recalificación urbanística del Luis Sitjar siempre y cuando la operación suponga la financiación privada del club de fútbol Mallorca.

El resto de «pelotazos» urbanísticos a los que se ha referido Grosske son proyectos apoyados por el PP durante su anterior legislatura, como la recalificación del polígono de Son Garcías Vell para ubicar empresas de alquiler de coches, una operación económica «aberrante» con la que, según Grosske, se obtendrá «beneficio cero».

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También ha mencionado la «multiplicación por tres» de la edificabilidad de las «zones M» de los polígonos industriales, que permite triplicar la superficie edificable en los polígonos, así como la recalificación de los terrenos de Sa Creuta en los alrededores de la EMT, que cuentan una edificabilidad global «desmedida», según Grosske.

Aina Comas se ha mostrado preocupada de que ni el PSOE ni el PSM se hayan pronunciado claramente sobre la solución al problema del Luis Sitjar que demanda el Mallorca, que ha pedido que se le traspase el viejo estadio.

Según Esquerra, el denominador común de las cuatro propuestas urbanísticas que ha denunciado es «el enriquecimiento ilícito e injustificado de personas y sociedades privadas».

Esquerra Unida se compromete firmemente a culminar con la modificación de la edificabilidad de las «zonas M», a oponerse a la recalificación de Sa Creueta y a que las empresas de rent a car puedan lucrarse a través de la recalificación de Son Garcías Vell.

Según Grosske, «con una pequeña parte de los beneficios privados producidos por estas operaciones se puede financiar sobradamente cualquier campaña electoral».