El secretario general del PSIB-PSOE, Francesc Antich (i), y la secretaria general de los socialistas de Palma, Aina Calvo, presentan las principales propuestas del programa electoral para las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo. | MONTSERRAT T DIEZ

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El candidato a la reelección a la Presidencia del Govern, Francesc Antich, ha asegurado hoy que teme que la derecha aproveche la necesidad de austeridad debida a la crisis económica para desmantelar el sector público y el Estado del Bienestar cuando la izquierda defiende que se garantice su eficacia.

«Hay que resguardar la idea que tenemos de lo público», ha defendido Antich y ha advertido: «Algunos -en referencia al PP- pueden aprovechar la crisis para desmontar el sector público y nosotros tenemos que aprovechar para ponerlo en su mejor momento».

El candidato socialista ha manifestado su preocupación durante el coloquio «El Buen Gobierno: eje de las políticas socialistas» celebrado esta tarde para presentar sus propuestas en materia de buen gobierno, junto a la secretaria general de los socialistas de Palma, Aina Calvo.

Según Antich, la derecha no tiene la necesidad de garantizar la eficacia del sector público.

«El miedo que tengo es que en estos momentos difíciles de gran austeridad por parte de las instituciones (...) habrá que priorizar políticas (...) y una de las fórmulas puede ser decir que lo público molesta y que lo vayan desmontando, desmontando el Estado del Bienestar y los servicios que crean cohesión», ha afirmado.

El presidente Antich ha asegurado que «los casos de corrupción han sido un golpe bajo a la ciudadanía» y han abierto «una grieta muy grande entre las instituciones y los ciudadanos». Ha defendido que para contrarrestar «la mala gestión» de la legislatura anterior es necesario aplicar «formas de actuar que den más transparencia y acerquen las administraciones a los ciudadanos».

Antich ha defendido que en esta legislatura, el Govern ha trabajado en la gobernanza, la integridad y la mayor calidad en el trabajo de las instituciones, y ha subrayado que ante la crisis de valores derivada de los casos de corrupción, en el actual mandato «se han sentado las bases para caminar hacia el buen gobierno».

Para fomentar la calidad democrática, Antich ha defendido que el Govern ha invertido en «infraestructuras éticas», que ha contrapuesto a las «grandes historias» de la pasada legislatura, y ha huido «de la improvisación de la etapa anterior».

«De ninguna manera podemos volver a los tiempos en los que alguien se levantaba y decía 'tenemos que hacer un metro, aunque no esté en el plan de transportes' o 'vamos a hacer una ópera en el paseo marítimo'», ha asegurado.

«Hemos tenido que actuar con prudencia y firmeza, hemos sido firmes ante los casos de corrupción y nos hemos quedado en minoría precisamente por apartar a uno de los socios del Govern», ha recordado.

Sobre la racionalización del sector público, Antich ha dicho que el Govern ha reducido el número de empresas públicas de un centenar a «40 eficaces y fuertes» y ha explicado que el programa electoral socialista incluye el compromiso de que en 2 años se puedan reducir un 30 % las cargas en trámites administrativos y un 50 % los tiempos de respuesta de los ciudadanos.

El conseller de Presidencia, Albert Moragues, moderador del coloquio, ha asegurado que el PSIB no puede permitir «que la derecha hable de honestidad y ética y luego vote en contra de la ley de buena administración y el código del buen gobierno en el Parlament y en el pleno del Ayuntamiento de Palma».

En opinión de Moragues, «el PP es uno de los que más interés debería haber tenido por aprobar esta ley al tener 19 casos que afectan directamente y más de 250 imputados». El conseller opina que tras rechazar dichas normativas, «los líderes del PP de las islas no tienen credibilidad cuando dicen que si (Francisco) Camps fuera balear ya no sería presidente del PP balear».

La candidata a la reelección como alcaldesa, Aina Calvo, ha defendido su compromiso «no solo con una ética pública y una serie de valores, sino también con ser eficaces».

Calvo ha asegurado que en esa voluntad de eficacia, el gobierno municipal ha logrado «cerrar las cuentas de casi todas las empresas públicas con superávit», aunque haya sido «justito, justito», y con la excepción de la EMT.

«La única receta es la transparencia» ha dicho Calvo, y ha destacado la importancia de llevarla a la práctica con iniciativas como el compromiso aplicado en el Ayuntamiento de Palma de que la oposición forme parte de los consejos de administración de las empresas públicas así como las asociaciones de vecinos.