Francesc Buils, esta mañana en el juzgado. | S. Amengual

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El ex conseller de Turisme Francesc Buils negó ayer ante la juez del 'caso Voltor' haberse lucrado con 30.000 euros con el proyecto turístico de información telefónica mediante el sistema IVR que desarrolló la empresa Minser, y que tuvo un coste para las arcas públicas de un millón de euros.


Un directivo de Minser, Juan Carlos Escuer, mencionó a Buils como uno de los perceptores de esa suma de dinero, según recordó el pasado martes ante el juez el ex gerente del Consorcio de Infomática Local (Cilma) Eugenio Losada. «Nunca cobré nada por ese tema», insistió Buils, defendido por los abogados Mateu Sedano y Matías Barón. Preguntado por el viaje a Dallas para conocer el sistema de aplicación telefónico Intervoice, Buils respondió que no sabe quién pagó los gastos, aunque insistió en que el proyecto era importante, y que «lo sigue siendo». En la pieza separada del 'caso Voltor' se investiga la adjudicación a Minser de dos concursos por parte del Consell y luego del Govern. El fiscal ha centrado las pesquisas en las bases de esos concursos para determinar si ese expediente «se vistió»para favorecer a Minser.

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Declaraciones


Aye también declararon el ex presidente de UM y del Cilma Miquel Àngel Flaquer, asesorado por el letrado Gaspar Oliver, y los técnicos de Minser Antonio Caldentey y Antonio Barceló. Flaquer justificó la importancia de este convenio y del proyecto turístico, así como el procedimiento de adjudicación por exclusividad.