Imagen de la presentación del nuevo uso de Son Dureta. | Joan Torres

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La Conselleria de Salut i Consum quiere que en el complejo hospitalario de Son Dureta se atienda en el futuro a pacientes crónicos, gente mayor y a personas con problemas de salud mental.
Así lo explicó ayer el conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomàs, acompañado del director general del IB-Salut, Josep Pomar, y el director general de Planificació i Finançament, Juli Fuster, en la presentación del plan de usos del hospital Son Dureta que se llevó a cabo en el hall del antiguo hospital de adultos.
Thomàs insistió en que, desde la Conselleria, están trabajando en una propuesta de «consenso, abierta, que implica a varias administraciones» con la que se quiere recuperar un espacio emblemático para la comunidad y que se desarrollará «en la próxima legislatura», según dejó claro el conseller de Salut.
Plan
El plan de usos de Son Dureta incluye un calendario de cierre y de traslado definitivo de los servicios del antiguo hospital universitario a Son Espases. Los servicios que quedan por trasladar son: laboratorios (mayo de 2011); medicina nuclear (mayo de 2011); radioterapia (septiembre de 2011) y zona de formación sanitaria, que todavía no tiene una fecha de traslado asignada.
El almacén y la central de compras y logística del IB-Salut se quedará en Son Dureta, en concreto en el edificio de Sa Taulera.
La intención de la actual Conselleria de Salut i Consum, es que Son Dureta albergue en el futuro un hospital sociosanitario con entre 230 y 260 camas; un dispositivo de salud mental con unas 90 camas; una residencia asistida con 150 camas; la Fundació Banc de Sang i Teixits, además de una zona de formación.
La propietaria de los terrenos de Son Dureta, la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), ya ha expresado su intención de ubicar un edificio propio en el antiguo inmueble ocupado por la gerencia. Tampoco se descarta la posibilidad de abrir un corredor desde la zona hospitalaria hasta el bosque de Bellver.