El Consell Nacional se celebró antes de que fuese impuesta a la actual UM una fianza millonaria. | S. Amengual

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La fianza de 1,6 millones impuesta a Unió Mallorquina impediría ahora mismo a la formación que preside Josep Melià presentarse a las próximas elecciones. UM, que es la denominación todavía legal que tiene el partido fundado por Albertí en 1982, no podría concurrir a las elecciones porque la fianza bloquearía todas sus cuentas corrientes por el «caso Picnic».

Desde UM señalaron ayer que no disponen de 1,6 millones y, por lo tanto, deben adoptarse decisiones urgentes para poder concurrir a los próximos comicios.

Melià celebrará este mediodía un encuentro con todos los candidatos municipales para abordar una situación dramática para el futuro del partido. La solución pasaría por constituir ante notario el nuevo partido -Convergència per les Illes Balears- para poder presentarse a las elecciones de 22 de mayo.

Sin embargo, ni siquiera la denominación Convergència per les Illes Balears está ahora mismo garantizada. Este nombre todavía no está registrado y existe el riesgo de que no sea aceptado por el Ministerio del Interior. De hecho, en la actualidad existe Convergència balear y es muy probable que no se permita el registro de Convergència per les Illes Balears. Se da la circunstancia de que Convergència balear fue un partido en el que militó Josep Melià i Pericàs, padre del actual presidente de la todavía UM.

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Además de los problemas jurídicos que suponen la aplicación de una fianza de 1,6 millones para UM, a la formación política que el lunes intentó hacer borrón y cuenta nueva a una historia reciente turbulenta se le acumulan también las trabas políticas. Las candidaturas aprobadas recientemente tampoco están garantizadas. Josep Melià fue elegido candidato al Parlament, Miquel Munar al Consell de Mallorca y Marc González al Ajuntament de Palma. No se descarta que en las próximas horas puedan producirse cambios importantes en las candidaturas.


Ir a un notario

Para crear el nuevo partido, dirigentes de la todavía UM señalaron que el paso jurídico es muy sencillo. Melià debería acudir con otras personas ante notario y después registrarlo ante el registro de Delegación del Gobierno. Desde UM descartaron que deba convocarse un congreso para dar validez política y jurídica al nuevo proyecto. Las elecciones están muy cerca y cualquier modificación debe hacerse con urgencia.

En clave política, el Consell Nacional celebrado el lunes decidió apoyar la propuesta de cambiar el nombre cuando Josep Melià advirtió que si todo seguía igual él no sería el candidato al Govern. La marcha de Melià hubiese significado un golpe mortal al futuro de UM y su postura fue clave en la decisión final del Consell Nacional. Sin embargo, algunos líderes locales podrían decidir en las próximas horas desvincularse definitivamente de UM, incluso con el cambio de las siglas.