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La Generalitat Valenciana adjudicó al arquitecto Santiago Calatrava el proyecto de construcción de la Ciudad de las Artes y las Ciencias en 1991, a través de la empresa pública Valencia Ciencia y Comunicación SA (Vacico), sin mediar concurso público alguno.

Este proyecto fue gestado a finales de los 80 bajo la iniciativa pública de la Generalitat, en el período de Gobierno del PSOE, siendo su presidente Joan Lerma.

El ex presidente y actual senador no dió ayer en Madrid muchas explicaciones sobre cómo se contratató a Santiago Calatrava, indicando que se hizo a través de una empresa que se constituyó para tal fin, es decir Vacico, de titularidad pública. No quiso entrar en más honduras.

Previo a la adjudicación por parte de la Generalitat a Calatrava, durante dos años un equipo de 54 profesionales, pertenecientes a las universidades de Valencia, Politécnica de Valencia, Alicante y Castellón, elaboró un proyecto. Dicho proyecto se presentó a la Generalitat en diciembre de 1991.

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Adjudicación

Fue en 1991, precisamente, cuando la sociedad Vacico, cuyo presidente era el entonces el conseller d'Economia de la Generalitat, Antonio Birlanga, adjudica el proyecto al arquitecto.

En 1995, con la llegada al poder del Partido Popular, se paralizaron las obras de construcción. Se retira del proyecto la torre de comunicaciones y se añade un palacio de las artes, que reconvertía la Ciudad de la Ciencia en «de las Artes y de la Ciencia». La Generalitat, bajo presidencia de Eduardo Zaplana, decide encargar a Santiago Calatrava una remodelación de la idea original.

Bajo gobierno popular, se crea la sociedad CACSA (Ciudad de las ARtse las Ciencias SA), para sustituir a Vacico. CACSA es una sociedad mercantil de la Generalitat Valenciana dependiente de la Conselleria de Presidencia.

El coste total de la construcción de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, inaugurada en 2000, según CACSA, fue de 845 millones de euros.