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La Empresa Municipal de Transportes (EMT) ha ganado 6.559.718 usuarios en los últimos cuatro años, ya que en 2006 se transportaron a 36.579.503 pasajeros, mientras que el pasado año se llegó a los 43.141.944. Esto supone un incremento del 17,9%, que para la alcaldesa Aina Calvo pone de manifiesto que las decisiones tomadas por su equipo de gobierno son las adecuadas.

La gerente de la EMT, Fuensanta París, destacó la importancia de este incremento de viajeros, ya que a nivel nacional la tendencia es a la baja. Así, mientras que en 2010 la EMT transportó en Ciutat a un 2,16% más de pasajeros que en 2009, en el resto del Estado descendieron un 0,9%.

Nuevas líneas

Calvo también subrayó que en los últimos tres años se han creado ocho nuevas líneas de autobús (las líneas 25, 6, 13, 20, 21, 24, 33 y 34), lo que supone un incremento del 25%, llegando hasta las 31 líneas. Estas ocho nuevas líneas transportaron el pasado año más de 4,5 millones de usuarios, el 10,5% del total.

Otro dato especialmente significativo para la alcaldesa es que la implantación de la gratuidad hasta los 16 años permitió que el año pasado se realizasen 5.163.629 viajes gratuitos, un 19,8% más que en 2009. Calvo destacó la importancia de subvencionar estos viajes, para crear el hábito de viajar en autobús a los más jóvenes. Cort es el Consistorio español con un servicio gratuito para menores más amplio.

Los abonos también han experimentado un incremento significativo; en 2010 utilizaron el abono 8.482.002 pasajeros, lo que supone un 44,86% más que el año anterior.

Pese al incremento del número de pasajeros, la gerente de la EMT adelantó que la empresa pública cerrará con déficit 2010, al igual que en los años anteriores. Calvo apuntó que en 2007 también había déficit, pero también menos líneas y frecuencias que ahora.

París también anunció que en los próximos meses estará adaptada la tecnología para que la tarjeta ciudadana se pueda utilizar en el metro, así como la del consorcio de transportes de Balears en los autobuses de la EMT. Calvo puntualizó que se trata de una de las deudas de las instituciones con los ciudadanos, pero recalcó que no es por falta de sintonía entre Cort y Govern, ni por falta de sensibilidad de este último, sino porque las tecnologías son incompatibles. París lamentó que en su día no se instalasen máquinas compatibles, ya que adaptarlas es más complicado y costará 200.000 euros. Los ciudadanos no tendrán que realizar ninguna actualización en sus tarjetas.