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Red Eléctrica ha terminado las obras en la estación de Santa Ponça (Calvià) y esta semana próxima iniciará el tendido del cable submarino de la interconexión eléctrica entre la Península y las Baleares -proyecto "Rómulo"- y que permitirá a las islas tener mayor garantía y seguridad en el suministro eléctrico.

Uno de los dos buques que se encargarán del tendido de los cables, el "Gulio Verne", se podrá ver amarrado en el dique de Porto Pi del puerto de Palma el próximo martes, según informa un comunicado de Red Eléctrica.

Al día siguiente, se comenzará con el operativo, que consistirá en tender el cableado -de una sola pieza- a 1.485 metros de profundidad y a lo largo de un trazado de 237 kilómetros, la mayoría bajo el mar, con un peso conjunto de cerca de 6.700 toneladas.

Red Eléctrica calcula que, si se trabaja con turnos ininterrumpidos, se pueden instalar entre 1.000 y 1.500 metros de cable por hora. El objetivo es terminar el proceso de tendido en febrero y que antes del verano se puedan realizar las pruebas de suministro.

El proyecto denominado "Rómulo" por el que la electricidad llegará hasta Baleares mediante un cable eléctrico, tiene un presupuesto de unos 375 millones y consta de una estación conversora en cada extremo del cable (Santa Ponça y Monverde-Sagunto), para transformar la corriente alterna en continua.

Ambas instalaciones son las únicas de este tipo que existen en España y de las que hay cinco en toda Europa.

Se trata del primer proyecto de interconexión eléctrica en corriente continua y su singularidad ha hecho necesario construir las dos estaciones para transformar la corriente alterna, que circula tanto en el sistema eléctrico peninsular como en el insular, en continua, que es la que se utilizará en la conexión submarina.

Red Eléctrica ha optado por la corriente continua para esta conexión eléctrica submarina porque esta tecnología permite reducir las pérdidas en el transporte de energía, dada la gran longitud del cable (244 kilómetros), controlar el flujo bidireccional y triplicar la potencia transportada con respecto a un cable similar en corriente alterna.

En el lado balear la estación, de 220 kilovoltios (kV), se ha ubicado en Santa Ponça, mientras que en el otro extremo se ha elegido Morvedre, en Sagunto (Valencia), para construir la instalación, en este caso de 400 kV.