Pese a las medidas para erradicarlo, el 'botellón' de Nochevieja dejó mucha suciedad en el Passeig Marítim. | CRISTIÁN CASTRO

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Los vecinos de Cala Major denuncian un incremento de la práctica del botellón en la zona, exactamente desde el antiguo hotel Vikingo hasta Joan Miró. El presidente de la asociación de vecinos de Son Malet, Marivent y Cala Major, Andrés Juan, argumenta que las medidas que puso en marcha este verano el Ajuntament de Palma para erradicar el botellón en el Passeig Marítimo han provocado que se desplace a otras zonas, como es el caso de Cala Major.

Los días que se producen mayores concentraciones de jóvenes para consumir alcohol son los viernes y sábados, así como las vísperas de festivos.

El presidente de la citada asociación de vecinos pide al Cort que aplique en Cala Major las mismas medidas que puso en marcha el pasado verano en el Passeig Marítim, con la finalidad de evitar que las molestias causadas por el botellón continúen incrementándose.

Algunas de las quejas más frecuentes de los vecinos de Cala Major son el ruido y la suciedad que genera la práctica del botellón, así como las peleas que se producen entre los participantes.

Abandonados

Juan confiesa que se siente «totalmente abandonados», ya que además de la problemática del botellón tienen pendientes otras reivindicaciones históricas. «Somos la otra Platja de Palma, la desconocida, la que no tiene ninguna atención», lamenta. Algunas de las reivindicaciones pendientes son el Plan Especial de Reforma Interior (PERI), un lugar en el que se pueda reunir la asociación de vecinos (aún no les han confirmado si pueden hacerlo en el casal de barri) y mejoras en la barriada, a la que según Juan no han llegado las inversiones del Plan E.