Imagen de un campo de cultivo regado por aspersión con agua procedente de pozos subterráneos. | UH-EIVISSA

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La Conselleria de Medi Ambient i Mobilitat del Govern de les Illes Balears está tramitando el borrador de un decreto con el que el Ejecutivo que preside Francesc Antich pretende recortar en un 75 por ciento el caudal de agua procedente de pozos destinada al riego agrícola.

Con el objeto de «minimizar el impacto negativo de la nuevas extracciones de agua», el departamento de Medi Ambient que dirige el conseller Gabriel Vicens considera necesario limitar los volúmenes anuales de agua procedente de pozos subterráneos que puedan otorgarse cada año a usos agrícolas. De esta manera, el conjunto de las explotaciones agrarias de Mallorca podrá disponer a partir de este 2011 de un volumen máximo anual de 100.000 metros cúbicos de agua destinados al regadío.

Un volumen máximo anual que se ve reducido ahora de forma considerable, ya que el decreto todavía vigente -el aprobado en mayo de 2005- que regulaba la concesión de aguas de pozos subterráneos destinadas al regadío otorgaba al sector agrario mallorquín un caudal de 400.000 metros cúbicos al año.

En cuanto al volumen máximo anual de caudal del que podrá disponer cada peticionario individual, éste será de un 10 por ciento sobre el nuevo volumen máximo anual de la isla. Es decir, el titular de cada una de las explotaciones agrarias insulares no podrá utilizar más de 10.000 metros cúbicos de agua al año para regar sus cultivos.

Según Medi Ambient, el decreto aprobado en 2005 tenía una «vocación de transitoriedad», con una vigencia máxima de cinco años. Así, una vez expirado el periodo de vigencia, se ha hecho necesario regular con un nuevo decreto las mencionadas concesiones durante otro plazo transitorio de cinco años, «ya que se calcula que al final de este periodo han de estar en vigor los planes de explotación donde se regulen, con vocación de permanencia, las condiciones técnicas de las explotaciones agrarias y se tengan en cuenta los programas de regadío con aguas regeneradas», apuntan desde la conselleria en referencia al futuro plan hidrológico.

La tramitación del borrador de este decreto no ha sido acogida con demasiado entusiasmo entre los profesionales del sector primario. Sino más bien todo lo contrario.

Desde la patronal agraria Asaja, aseguran que el Govern está «decidido a acabar con la agricultura de regadío». «Medi Ambient ha iniciado uno de los peores ataques contra la agricultura productiva de las islas», sostiene el presidente de Asaja-Balears, Biel Company.

Malestar

Company califica de «sin sentido» el decreto que prepara el Govern y que pretende reducir de 400.000 metros cúbicos a 100.000 el caudal de agua procedente de pozos disponible para uso agrícola en Mallorca. El presidente de Asaja critica además que «como argumento del nuevo decreto, la propia conselleria afirme que 'la agricultura y la ganadería de Balears representan un sector estratégico dentro de la economía de Balears y por tanto interesa mantener la posibilidad de otorgar concesiones de agua subterráneas para usos agrarios hasta los límites fijados por el nuevo decreto'». Biel Company tilda de «cínica y contradictoria» tal afirmación -recogida en el preámbulo del documento- y vaticina que de aprobarse el citado decreto, «ello supondría acabar definitivamente con el sector agrícola más importante de las Islas, basado, sobre todo, en el cultivo de verduras y hortalizas, y de forma destacada el relativo a la patata de Mallorca». Según el dirigente de Asaja, la norma que está preparando el Govern de Antich favorece a la agricultura no profesional en detrimento de la productiva.

Menorca y Eivissa

Finalmente, cabe señalar que la medida del Govern también afecta a las islas de Menorca y Eivissa, donde el volumen máximo anual de agua procedente de pozos subterráneos destinado al regadío pasará de 100.000 a 20.000 metros cúbicos al año.