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Uno 80 operarios trabajan en dos turnos en el puente de la carretera de Valldemossa que dará fluidez al tráfico de acceso al hospital de Son Espases. Un macropuente si se tiene en cuenta que es el más largo de la Isla, con 280 metros (500 la estructura total de la infraestructura) y 78 de arco central. Su altura es de 5 metros desde la rotonda y 11 desde Camí des Reis.

El pasado domingo se elevó la última estructura metálica del viaducto de 400 toneladas de un total de 14 y ahora se trabaja en la armadura y en el hormigonado del puente. El objetivo es que las obras estén concluidas para después del puente de la Constitución, aunque desde el Consell no dan una fecha exacta ante posibles imprevistos. Eso sí, días antes se llevará a cabo la prueba de carga que se realiza en todos los puentes para comprobar su resistencia.

Rotonda liberada

El puente permitirá que los conductores que vayan en dirección a la Universitat o a Valldemossa no hayan de pasar por la rotonda. Precisamente se deja la glorieta en exclusiva para el tráfico del hospital, a la que podrán acceder los vehículos procedentes de Palma, Valldemossa, Can Valero o de la carretera de Sóller. En total, la rotonda quedará liberada de los 23.000 vehículos que circulan diariamente hacia la UIB durante el curso. Mientras que en horas punta se calcula que el hospital generará un trafico de 1.300 ó 1.500 vehículos, así que los técnicos sostienen que la rotonda tendrá capacidad suficiente para absorber el tráfico del recinto hospitalario. En definitiva, se quitará más tráfico del que se aportará. El Consell estudia ahora añadir un carril directo para los autobuses.

El único problema lo pueden suponer las barreras que se prevén instalar a la entrada del hospital y que podrían producir colapsos hasta la rotonda.