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El ex gerente del Ibatur y único preso preventivo por causas de corrupción, Juan Carlos Alía, fue excarcelado ayer durante algunas horas para que compareciera ante el juez Juan Ignacio Lope Sola y el fiscal anticorrupción Juan Carrau, que investigan supuestos hechos delictivos en ese organismo de Turisme en la pasada legislatura.
Alía fue interrogado en menos de una hora por facturas expedidas en Turisme, expedientes y contrataciones con proveedores, y también por un escándalo político, la visita de varios dirigentes y empresarios de Balears en un viaje a oficial a un conocido bar-prostíbulo de Moscú, Rasputín, que le obligó a dimitir del cargo de gerente del Ibatur en febrero de 2004.
Juzgado de guardia
La excarcelación de Alía, preso desde hace tres meses, ni siquiera fue planteada en el curso de la vista, celebrada en el juzgado de guardia de Vía Alemania, ya que «no era el objeto de la citación», según fuentes judiciales.
En la vista, en la que estuvieron presentes el abogado de Alía, José Ignacio Herrero, de la acusación particular (ejercida por el Govern de Francesc Antich), María Àngeles Berrocal, y el del imputado Miguel Àngel Bonet, Gaspar Oliver, se le preguntó al ex gerente del Ibatur por la documentación que firmó cuando desempeñó ese cargo. «Yo no miraba todos los papeles porque confiaba en mis subordinados. No tenía tiempo suficiente para mirar toda la documentación», subrayó.
Con respecto a la visita a Rasputín, Alía dijo que él mismo firmó las facturas de las consumiciones, y que al llegar a Palma se las entregó al entonces asesor jurídico Miguel Àngel Bonet, «para que archive la documentación del viaje promocional a Moscú», precisó.