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El portavoz parlamentario del PP, Antoni Pastor, ha instado al president del Govern, Francesc Antich, a presentar una «cuestión de confianza» en el Parlament, si no consigue los apoyos suficientes para aprobar los Presupuestos de 2011, al tiempo que le ha pedido que se comprometa a no subir los impuestos y no recortar las partidas en materia social, educativa y sanitaria.

En caso de no hacerlo, el PP ha amenazado a Antich que intentará este jueves, día en el que concluirá el Debate sobre la Orientación Política del Govern, una propuesta de resolución que deje en evidencia que el Parlament no muestra tener la confianza suficiente en el Govern.

Asimismo, en su réplica, Pastor ha criticado a Antich por no querer disolver las cámaras y convocar elecciones si no es capaz de aprobar los Cuentas de 2011. Del mismo modo, el portavoz 'popular' le ha acusado de no tener en cuenta la opinión del PP, a pesar de tener el 47% de los votantes de Baleares.

De esta manera, ha recordado a Antich que no le insulte por haber sido crítico en su intervención ya que lo hacía desde el respeto y, además, estaba argumentado un hecho: que «de las 105 propuestas realizadas al inicio de la legislatura, sólo 62 se han cumplido». Por lo tanto, Pastor ha aseverado que de «las personas que no cumplen, no se puede fiar».

Finalmente, el portavoz del PP ha pedido al presidente del Govern que «no se ría de él» y también le ha vuelto a instar a que explique en el Parlament cómo va a superar la crisis económica.

Por su parte, el president del Govern, Francesc Antich, ha retado al PP a presentar dicha moción de confianza, si bien le ha recordado que no cuenta con los apoyos suficientes para llevarla a cabo porque «no hay nadie» que quiera pactar con los 'populares'.

«Sí estoy en minoría. Si quieren a otro presidente presenten una moción de censura, pero no hay alternativa, porque no hay nadie que quiera pactar con ustedes», ha aseverado Antich al PP.

El president se ha visto interrumpido en diversas ocasiones durante sus intervenciones debido a la exaltación de los diputados 'populares', los cuales han sido incluso amonestados -concretamente José Maria Rodríguez- por la presidenta del Parlament, Aina Rado, quien le ha solicitado que respetara la intervención de Antich.

La "peor" legislatura

El PP ha culpado hoy al presidente del Govern, Francesc Antich, de que la actual legislatura sea «la peor de toda la historia democrática de Baleares» debido a su gestión, por lo que los populares le han ofrecido un gran pacto político para «refundar el espíritu democrático» en la Comunidad autónoma.

«No desaproveche esta oportunidad y no destruya el puente para construir el mejor presente y el mejor futuro para Baleares», le ha pedido a Antich el portavoz del PP en la Cámara legislativa, Antoni Pastor, con ocasión del Debate de la Comunidad que celebra el Parlament esta semana.

En concreto, el PP ha invitado al Ejecutivo balear a sentarse para pactar los principales temas que hay sobre la mesa y que afectan a la economía balear: las leyes del suelo, de vivienda y de transporte marítimo; acuerdo por la sostenibilidad de los medios de comunicación públicos y por la reducción de la estructura de la Administración pública, y los pactos local e insulares.

Pastor ha realizado este anuncio al final de su discurso y le ha asegurado al presidente que se trata de una «gran oportunidad» para la Comunidad y sus ciudadanos.

Un tono crítico

La intervención del alcalde de Manacor ha sido muy crítica con la gestión del Ejecutivo autonómico, que ha demostrado durante estos años que es «débil, inestable, sin credibilidad y el peor» para hacer frente a una crisis que «negó» desde el principio.

El PP ha puesto como ejemplo de la gestión del Govern balear que 6 de cada 10 objetivos prometidos al inicio de la legislatura no los ha cumplido: de los 105 compromisos del Pacto de Gobernabilidad firmado en julio de 2007 no ha cumplido hasta 62 (59%), mientras que 43 sí los han llevado a término (41%), según las cuentas de los populares.

Pastor ha repasado un rosario de «incumplimientos», como el pacto local, la ampliación del recorrido del tren o la construcción del tranvía de Palma al aeropuerto, la mejora de la financiación, la ley del suelo, la reforma de la ley de campos de golf, la ley de residuos, la reconversión de las zonas turísticas, el aumento del presupuesto en Educación o la gratuidad de los libros de texto.

El Govern, ha aseverado Pastor, ha «fracasado» ante una grave crisis que no ha querido reconocer. Si el PIB balear al final de la anterior legislatura se situó en el 3%, en la actualidad tiene un crecimiento negativo del 0,9%.

También le ha recordado que el partido que preside el Govern de la Comunidad, el PSIB-PSOE, tiene 20 diputados frente a los 28 del PP.

En opinión de los populares, el Govern «ha tirado la toalla» y muestra de ello es que el mismo presidente de la Comunidad diga que no es un «drama» prorrogar los presupuestos de 2011.

El PP tiende una mano al Govern

En este contexto, los populares le han insistido en que están dispuestos a apoyar las cuentas de la Comunidad del año que viene si no se suben los impuestos a los ciudadanos y no se recorta el dinero para servicios sociales, educación y sanidad.

De todos modos, Pastor ha mantenido que el Ejecutivo socialista es un «gobierno sectario de pensamiento único que da la espalda a los problemas de los ciudadanos y que ha intentado destruir al adversario político», en referencia a los asuntos de corrupción que investiga la Justicia y que afectan al PP.

Antes de intervenir, Antich se ha acercado a la silla de Pastor para departir un momento con él. Cuando Pastor ha subido a la tribuna de oradores le ha advertido que, por primera vez, el presidente ha respondido a la intervención al PP junto al resto de grupos minoritarios cuando lo habitual es que el mandatario autonómico responda de manera específica al discurso del principal partido de la oposición.

Tal vez, ha apostillado Pastor, es que Antich no considera «suficientemente importante» al portavoz popular y «esperaba debatir con otra persona», en alusión al presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, que estaba sentado en la zona del público del salón de plenos por cuanto no es diputado autonómico.