Francesc Antich, durante su intervención. | Nadia Sobrino

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El president Antich aprovechó ayer el último debate de política general de la legislatura para, escudándose en datos de organismos oficiales, 'vender' optimismo ante una situación económica que «ya repunta» y ofrecer una serie de ayudas, dirigida a principalmente, a «jóvenes» y «emprendedores» para ayudarles en época de crisis, que incluyen una modalidad de microcréditos para crear empresas.
Adelantándose al panorama que, previsiblemente, esbozará hoy la oposición en su réplica, Antich optó por destacar los elementos positivos y sentenciar que «avanzamos hacia la recuperación».
El discurso de Antich, que leyó durante una hora y que incluyó referencias a la corrupción, destacando que se empezaba a «desvanecer» , y un patriótico llamamiento final para «el rearme moral de la ciudadanía» y una convocatoria «a toda la ciudadanía para el esfuerzo común de crear un clima de confianza para recuperar la autoestima y el orgullo de país», incluyó una serie de anuncios pese a que la legislatura va camino del final y una alusión directa a un asunto que suele utilizarse, tanto desde la derecha como desde la izquierda, para referirse a un supuesto incumplimiento electoral de los partidos que hoy gobiernan: la apuesta por Son Espases para acoger el hospital de referencia.
Antich aseguró que la ubicación en Son Espases se acordó, por el Govern del PP, «en contra de buena parte de la ciudadanía, que entendía que iba en detrimento del entorno y favorecía importantes movimientos especuladores» pero que optó por el «pragmatismo» y decidió mantenerla para evitar mas atrasos y garantizar esa infraestructura necesaria.

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Corrupcion
El discurso, elaborado por varias manos según confirmaron desde el entorno del Govern (y que también recibió críticas de algunos de los partidos que apoyaron la investidura de Antich), incluyó una serie de ofertas concretas destinadas a facilitar el empleo.
El president aludió a una «iniciativa innovadora», la de los microcréditos, que servirá para que puedan poner en marcha de sus primeras iniciativas en el mundo de la empresa y la autoocupación. También citó un programa llamado 'Segunda Oportunidad»' dirigido especialmente a quienes han abandonado los cursos de formación y que tienen dificultades para reincorporarse al mercado laboral.
El president insistió una y otra vez en la importancia del turismo, motor de la economía balear, que «ya está en situación de generación neta de puestos de trabajo».
El president, al que hoy responderán los grupos, no obvió la corrupción, que es un asunto que ha protagonizado esta legislatura y que le llevó, el pasado febrero, a romper con Unió Mallorquina, partido implicado en varios procesos que ahora están en manos de los tribunales.
Antich, en la parte final del discurso, y tras incluir dos expresiones características en todas sus intervenciones (la necesidad de aplicar una «mirada larga» a sus propuestas y citar la «gobernanza»), buscó la complicidad de la sociedad civil, igual que hizo Francina Armengol en el discurso de la Diada del Consell, y afirmó que «la sociedad civil se merece que le garanticemos que ya se han acabado los abusos de poder y el enriquecimiento con el patrimonio de todos».
«No hablo sólo de una perversión ética, sino la corrupción que desacredita lo que es público y provoca la desconfianza del sistema institucional».
Para el final dejó el párrafo que busca el titular: «En la historia de los países hay ciertos momentos históricos en los cuáles es imprescindible que la ciudadanía perciba que se ha de dar un paso adelante. Los países grandes, avanzados y modernos lo han hecho. Nosotros también lo somos y no tengo ninguna duda de que también lo haremos».
El pleno se reanuda esta mañana.