Los vecinos se han reunido con Jaume Font. | M. À. Cañellas

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La Plataforma de Vecinos y Comerciantes de la Platja de Palma y Llucmajor ha convocado para el próximo día 14 una manifestación frente al Consolat de Mar contra el proyecto de reforma de la zona turística, cuyas «deficiencias» ha denunciado hoy ante el Consell de Mallorca.

Una veintena de integrantes de esta organización y representantes de la Federación Palmasana de Asociaciones y Entidades Ciudadanas (Fepae), han registrado esta mañana un escrito en la institución insular en el que denuncian que el plan de reconversión prevé destruir patrimonio histórico, pone en riesgo la seguridad en torno al Torrente dels Jueus y promueve comercios innecesarios.

El presidente de la plataforma, Enrique Salvá, ha indicado que la presentación de la denuncia es una de las actuaciones impulsadas por la agrupación vecinal para protestar contra los planes de reforma urbanística de la Playa de Palma, unas acciones que tendrán su punto culminante en la manifestación del día 14, a la que ha llamado a sumarse a todas las personas opuestas al proyecto.

Antes de esa protesta, el próximo día 8, los representantes de la entidad se reunirán con el presidente del Govern, Francesc Antich, para exponerle sus inquietudes sobre aspectos del proyecto como la construcción de un centro comercial en una zona de Ses Fontanelles «que tiene molinos de viento» y otras edificaciones de valor «histórico y cultural».

«Nos preguntamos cuáles son los intereses de que una zona que tiene valor sentimental, histórico, cultural y etnológico se pueda transformar en un centro comercial, cuando, además, a cien metros ya hay una zona pequeña dedicada comercios», ha manifestado Salvá, quien ha recordado que la asociación de defensa del patrimonio ARCA elaboró un informe sobre bienes a proteger que ha sido ignorado.

Asimismo, la plataforma rechaza la idea de «hacer un bulevar en el Torrente dels Jueus», un lugar donde hay «peligro de inundaciones» y en el que se quieren habilitar nuevos comercios, una idea que tiene «indignadísimos» a vecinos y comerciantes, según el dirigente vecinal.

«No se necesitan más comercios. La gente quiere estar tranquila, no quiere el proyecto, no quiere la expropiación, y no quiere que se derriben cosas del patrimonio histórico y cultural», ha resaltado Salvá en la puerta de la sede del Consell de Mallorca.

Participación escasa

No obstante, el presidente de la plataforma ha querido dejar claro que los vecinos y empresarios de la Playa de Palma y el Arenal de Llucmajor sí desean que la zona sea rehabilitada, pero defienden que se haga sin obligar a nadie a cambiar de vivienda o local comercial y atendiendo las opiniones de los residentes en la zona.

En su opinión, la participación ciudadana en la elaboración del proyecto ha sido muy escasa y, además, entre el plan inicial y la definición final de la propuesta urbanística hay una diferencia abismal.

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En la misma línea, la presidenta de la Fepae, Soledad Sarabia, ha indicado que la reforma de la Playa de Palma «no tiene que pasar por expropiaciones y por derribos masivos» y debe respetar todos los elementos patrimoniales que rememoran «cómo era la forma de vivir tradicional» en la zona.

«Llama la atención que no se tenga en cuenta qué es lo que dice el Plan Territorial de Mallorca, qué es lo que dicen los planes generales de los ayuntamientos de Palma y Llucmajor y que se salten a la torera las normas urbanísticas», ha agregado en referencia a la ley específica para la reforma de la Playa de Palma que consensuaron todos los partidos en el Parlament.

Además, Sarabia ha anunciado que junto a la denuncia planteada hoy se ha pedido a la Comisión de Patrimonio Histórico del Consell de Mallorca que se pronuncie sobre el proyecto.

Reunión con Jaume Font

Posteriormente, el PP en el Consell de Mallorca ha respaldado las quejas de los vecinos de la zona de S'Arenal y Can Pastilla afectados por la reconversión de la Playa de Palma y ha pedido al Consorcio que plantee la reforma «con más delicadeza» y sin contemplar el desarraigo de las familias y de los barrios.

«Se ha entrado a saco en esto y las cosas se han de hacer con delicadeza. No se puede imponer, hay que consensuar», ha declarado el portavoz del grupo popular en el Consell, Jaume Font, quien ha recibido esta mañana la visita de un grupo de afectados de la zona.

Font ha asegurado que su partido defiende el plan de reforma de la Playa de Palma salga adelante pero, siempre y cuando, las viviendas entren en un proyecto de rehabilitación y no de eliminación.

El problema que ha surgido en torno a esta zona viene, a juicio de Font, de que los que diseñaron el proyecto se olvidaron de que dentro de las casas y en los barrios había «vidas» y nadie habló con esas personas para explicarles nada, ha criticado el portavoz «popular».

«El proyecto es bueno, pero se equivoca al querer sacar a la gente de allí», ha incidido Font, que no descarta que su partido plantee en el pleno del Consell de octubre este asunto.

El Consell, ha recordado Font, tiene el deber de emitir dos informes, uno de ellos vinculante: «si no hay informes favorables del Consell, el proyecto no puede salir adelante, y no lo digo yo, lo dice la ley», ha advertido.