Miquel Jaume, tras declarar ante el juez y el fiscal de la 'operación Pasarela'.

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Ni pacto ni arrepentimiento. El propietario del Grup Trui, Miquel Jaume, mantuvo contra viento y marea sus argumentos de defensa durante el intenso interrogatorio al que fue sometido el pasado jueves por el juez instructor del 'caso Ibatur', Juan Ignacio Lope Sola, y el fiscal anticorrupción Juan Carrau.

Pese a que fuentes próximas a la causa han dejado entrever que el importe (15.000 euros) de la fianza que le impuso el juez, bastante más reducida de lo habitual, para eludir la cárcel, correspondería a una supuesto pacto alcanzado con el Ministerio Público, su abogado, Javier Blas, lo rechazó de plano.

«Mi cliente ha negado todas las supuestas irregularidades que le atribuyen al frente de su grupo empresarial e insiste en que es inocente», dijo el letrado, quién insistió en que no podía dar más detalles de la declaración debido a que el sumario de la causa está bajo secreto.

Implicación

Jaume no implicó a ningún ex alto cargo del Instituto Balear de Turismo (Ibatur) en la anterior legislatura, y negó de manera sistemática haber pagado comisiones por la adjudicación de los concursos públicos convocados por el anterior Govern para el montaje de las principales ferias turísticas.

Su empresa, Trui, acaparó la organización de los principales eventos durante años, sobre todo, tras absorber a una sociedad rival en 2004, Feria Service, cuestión que al parecer, le exigieron desde la Administración.

Miquel Jaume alegó en el interrogatorio que su empresa, por volumen y medios, era una de las pocas capacitadas para desarrollar la organización de eventos internacionales, no sólo turísticos, sino también culturales y deportivos.

Cuando el fiscal le enseñó diversa documentación incautada durante el exhaustivo registro realizado en la sede de Trui, en el polígono de Marratxí, que, al parecer, podría incriminarle, Jaume las calificó de «interpretables», pero en ningún caso definitivas como sustento de indicios en su contra, según las fuentes consultadas por este diario.

Calabozos

El propietario de Trui pasó dos noches en los calabozos y su salud se resintió. Pese a ello, respondió a todas las preguntas del juez, tras acogerse a su derecho de mantener silencio en la sede de la policía.

Tras dos horas y media de interrogatorio, el fiscal solicitó al magistrado diversas medidas cautelares, entre ellas, la fianza de 15.000 euros para eludir su ingreso en prisión, que previsiblemente abonará hoy, la retirada del pasaporte y la presentación regular en los juzgados de Vía Alemania.