A media mañana eran un buen grupo los que se apuntaron a trabajar para mantener vivo el arte de la 'llata'. | Assumpta Bassa

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Los mayores con experiencia se pusieron a trabajar a primera hora. Sobre las 8 horas, con unas buenas tijeras especiales y unos guantes, salieron a cumplir el jornal. Desde la zona de els Pins de ses Vegues, en Cala Agulla, se trasladaron hacia la marina en busca de los garballons. El objetivo: arrancar el palmito para que les madones de la llata tengan provisiones durante todo el año. Ayer se celebró una vez más la ya tradicional diada d'arrabassar pauma, organizada por la Obreria de Sant Antoni y a la que se ha sumado la Associació d'Amics de la Llata.

Se trata de una jornada festiva, para pasarlo bien y también es una forma de rendir homenaje a una de las fuentes de riqueza más importantes del municipio hasta los años 60. Esta actividad suponía el sustento económico de gran parte de las familias. Los hombres normalmente se dedicaban a la recolección y las mujeres a hacer llata. Pero ayer hubo algunas valientes que se sumaron a la recolección.

Pasos

Para llevar a cabo esta actividad se deben tener unos conocimientos previos. Sólo se pueden coger los que estén cerrados para después ir separando las hebras, poner a secar y dar azufre. La idea era recoger cerca de 20 feixos para que las mujeres que pertenecen a la asociación: les madones de la llata, tengan el palmito suficiente para las demostraciones que se llevan a cabo en las escuelas o bien en las ferias.

Los más jóvenes aprendían el oficio y, mientras tanto, bajo los pinos, algunas mujeres terminaban capells o senallons.