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El conseller d'Educació, Bartomeu Llinàs, y el director general de Formació Professional, Miquel Mestre, entregaron ayer a 11 alumnos de las Islas los Premios Extraordinarios de Formación Profesional correspondientes al curso 2008-2009. A la convocatoria de este año se habían presentado 44 alumnos.
Al final, los galadonados han sido María Paloma Díez Pastor (IES Francesc de Borja Moll), Daniel Patiño Ibáñez (IES Calvià), Àngel Carrillo Bordoy (IES Arxiduc Lluís Salvador), Maria Esther Pons Sacristán (IES Pasqual Calvó i Caldé), Aina Alcina Plomer (IES Alcúdia), Vicente Pieras Planas (Escola d´FP Nauticopesquera), Deyana Mihaylova Popova (IES Ramon Llull), Carlos Orfila Huguet (IES Joan Ramis i Ramis), Verónica Ramírez Ciudad (IES Politècnic), Agustín Martínez Sánchez (IES Pau Casesnoves) y Maria Isabel Cabrera Morales (IES Juníper Serra).
Estos premios los concede la Conselleria d´Educacio a los estudiantes que hayan obtenido como calificación final del ciclo formativo una puntuación igual o superior en 8,5.
La mejor nota la consiguió María Paloma, un 10, pero fue su hija, Paloma Taravilla, quien ayer recogió el diploma y el ordenador portátil en su nombre. Su madre es auxiliar de enfermería y quiso aumentar su formación para progresar. «Y ahora está pensando estudiar enfermería», asegura.
De los alumnos premiados ayer hay varios casados y con hijos, lo que le da un mayor mérito, si cabe, al logro. Es el caso de Àngel Carrillo, padre de dos niñas, que trabaja de ayundante técnico en el Ibisec, que tiene otros dos grados de FP y además estudia Ingeniería Electrónica en la UIB.
Verónica Ramirez llegó a la FP tras suspender la selectividad y como una forma de alcanzar su objetivo, estudiar Ingeniería de Edificación en la UIB. Ya ha terminado el primer curso de esta carrera «y además, con el título de FP me convalidaron una materia de 2º».