Sebastián Àlvaro y Joan Carles Palos, en el Teatre Municipal. | Joan Torres

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El periodista, aventurero y creador de 'Al filo de lo imposible', Sebastián Àlvaro, intentó explicar ayer en el Teatre Principal, con hitos históricos en la evolución del alpinismo, sentimientos, experiencias personales, con citas de clásicos y con mucha poesía, lo que él entiende como el «espíritu y el sentimiento de la montaña».
Invitado por el Club Ultima Hora y con una platea abarrotada, Àlvaro dejó claro que la alta montaña y lo que ello representa por los graves riesgos que se asumen, «no es un entorno en el que se cometen locuras ni animaladas. La prudencia siempre está presente».
Con alusiones a su madre, sobre la cual dijo que había sacado «toda la vena aventurera y vehemencia», comentó que «el hecho de terminar de trabajar con TVE, me ha dado la posibilidad de hacer muchas cosas y poner en mis proyectos la ilusión del principiante». Al mismo tiempo, reconoció que su programa 'Al filo de lo imposible' ha marcado su vida a lo largo de tres décadas, «en los que hemos podido ofrecer a los televidentes los últimos paisajes salvajes de la tierra hablando con el corazón y no con la razón».


Precedentes


A la preguntas de ¿por qué seguimos escalando montañas? y ¿por qué hacemos cosas irracionales?, reconoció que no tenía una respuesta coherente, más aún cuando se hizo referencia a la tragedia de Tolo Calafat en el Annapurna. Simplemente apuntó: «Hay retos que tienen un grave riesgo. La montaña da alegrías y tristezas, pero como la vida misma es como una moneda que tiene varias caras».
La emisión de un documental histórico, que él comentó, sirvió a todos los presentes para conocer in situ sus vivencias personales y las de otros muchos aventureros con el fin de explicar con todo tipo de detalle el «sentimiento de la montaña».
Con dos citas, una de Francisco de Quevedo, qué impulsa a los hombres a estar en cumbres como ésta, así como otra de Shakespeare, la montaña es dónde se encuentra la misma sustancia de los sueños, Sebastián Àlvaro ofreció una visión poética y espiritual del mundo de la alta montaña, con especial alusión al Himalaya, al K2 y al Everest.
Tras dejar claro que hinduistas y budistas hicieron de la montaña «el centro del Universo», se centró en lo que representó el Enciclopedismo en el mundo de la montaña con su visión más moderna, siendo la génesis de lo que hoy se denomina alpinismo. Aquí, dio una fecha clave, 8 de agosto de 1786, cuando se alcanzó la cumbre del Mont Blanc (4.810 metros), que a la postre, según dijo, «es cuando se gesta el nuevo montañismo, con la consecución de una cima, pero que también provocó tragedia». La historia de otra montaña histórica en los Alpes, como la del Cervino en 1965, en su opinión, «es otro hito en la historia del alpinismo, ya que por vez primera se une alpinismo y el cine. Al mismo tiempo que permitió dar a conocer algo vital, como que lo que importa es el camino que se sigue para llegar a la cima».
No pudo en ningún momento el creador de 'Al filo de lo imposible' huir de sus pensamientos, sueños e ilusiones, de ahí que resaltara en un momento del documental un momento clave que le ha marcado para siempre, como fue el entierro del explorador irlandés Ernest Henry Shackleton, «en el que se tocó la 'canción de cuna' de Brahms. Fue algo insólito, como el cerrar un círculo al tocar una canción de cuna en el entierro de este aventurero y explorador».
Haciendo 'flashback' de forma continuada en el documental para explicar los inicios del alpinismo, saltando de un continente a otro, Sebastián Àlvaro comentó la conquista de los polos, que él denominó «alpinismo horizontal», y se centró en una fecha histórica, 1953, año en el que Hillary y Tenzing escalaron el Everest, dejando, asimismo, sombras sobre quién fue realmente el primer alpinista que hizo cumbre.
Tras dar una visión general y amplia a nivel internacional, comentó que el alpinismo español, tal y como se conoce en la actualidad, tuvo su comienzo en 1960.
Pero si en su conferencia hubo momentos en los que se apreció realmente su aspecto aventurero, fue sin duda cuando citó, entre otros, a Robert Swan, por ser uno de los grandes exploradores y aventureros que han puesto a prueba su fuerza física y mental hasta el límite en el medio más hostil de todo el planeta, ya que fue la primera persona de la historia en recorrer los polos Norte y Sur. Durante su travesía de casi 1.500 km, llamada In the Footsteps of Scott (Tras los pasos de Scott), recorrió el peligroso casquete glaciar del Polo Sur sin asistencia.
Fueron retazos de personas aventureras, visionarias del mundo de la exploración, que marcaron Sebastián Àlvaro y que le hicieron embarcarse en un proyecto, como 'Al filo de lo imposible', combinando a la perfección la aventura moderna, «para traspasar emociones a ustedes en sus sofás viendo los documentales que hemos realizado durante 30 años».
Àlvaro, en ese camino de búsqueda de recuerdos e hilvanar fechas y acontecimientos en la historia del alpinismo, aprovechaba las imágenes de cumbres del Himalaya para afirmar que «más de 3.000 millones de personas necesitan las montañas como sustento de sus vidas y también como algo espiritual». Al mismo tiempo que dejó claro que «implantar los modelos urbanos en la montaña es una auténtica profanación». Una exposición brillante de un aventurero que sigue al pie del cañón.