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El Govern se ha propuesto como objetivo estratégico tener cerrado a la mayor brevedad posible los consensos políticos, sindicales y empresariales para modificar la actual Ley General Turística (LGT), para así poder acometer la mayor reestructuración de la oferta de alojamiento turística de Balears.
El Decreto Ley 1/2009, de 30 de enero, de medidas urgentes para el impulso de la inversión en las Illes Balears, fue un primer paso para poder facilitar la inversión pública y privada necesaria para afrontar la situación de crisis económica. Sin embargo, se ha constatado que dicho Decreto se ha quedado corto para mejorar la competividad de la oferta de alojamiento turística, especialmente la obsoleta y fuera de mercado.
Hoteles y apartamentos turísticos construidos especialmente entre 1960 y 1980, con criterios empresariales y urbanísticos desfasados en estos momentos (hoteles en altura, poco espacio verde, habitaciones pequeñas y sin servicios complementarios), así como el resto de oferta edificada en años posteriores que quiera adaptarse a los cambios y exigencias de la demanda vacacional, tiene que cumplir a rajatabla todos los parametros urbanísticos que marca la actual Ley General Turística.
Entre los aspectos fundamentales que regula la LGT, es que si un hotel antiguo quiere realizar una reforma estructural global, como realizar derribos parciales o totales, se le aplica la ley, por lo que si tiene 100 habitaciones, por poner un ejemplo, con la LGT en la mano, que fija por cada turista unos metros cuadrados mínimos, el empresario se ve obligado a reducir capacidad y altura, por lo que no le es rentable realizar la reforma, de ahí que muchos hoteles obsoletos que podrían modernizarse no lo hacen para no perder ni el número de camas ni superficie hotelera,ya que la inversión no sería rentable de ningún modo.
Con la modificación que el Govern quiere hacer en la Ley General Turística, para lo cual la Conselleria de Turisme que dirige Joana Barceló está echando el resto, se pretende dar viabilidad de forma temporada (dos o tres años) para que los ordenamientos municipales y los propios consells insulars den viabilidad a proyectos urbanísticos de reformas, obras y demoliciones totales o parciales en hoteles obsoletos con un criterio diferente y evitando la pérdida de plazas y altura del edificio turístico.
Modificaciones
La actual LGT no permite hacer modificaciones estructuales sin que no se aplique el planeamiento actual y el objetivo del Govern, con el consenso de todas las partes, es lograr hacer modificaciones sin cambios estructurales.
Está claro, que con las modificaciones no habrá ni aumento de plazas ni más incremento de altura en hoteles y apartamentos, según señalan todas las partes implicadas.