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Dos directivos de la Xarxa Audiovisual de Televisions Locals, grupo de antiguas televisiones de ámbito doméstico, Bartolomé Sans y Miquel Jaume, declararon ayer ante el juez instructor del 'caso Maquillaje' que se habían alterado facturas presentadas al Consell de Mallorca en concepto de subvenciones. Los primeros recibos los facturaron a nombre del Consell, pero después una persona, de la que no dijeron no recordar su identidad, les dijo que la institución pública debía ser excluida.
La Xarxa de Televisions cedieron sus derechos de emisión de forma gratuita al Consell de Mallorca y, además, Miguel Oliver, propietario de Vídeo U, imputado en la causa, les propuso ceder los derechos de las imágenes para la futura creación de un archivo audiovisual del Consell. Ese archivo, según consta en el sumario del 'caso Maquillaje', no llegó a realizarse aunque el Consell de Mallorca pagó por él cerca de 300.000 euros.
Facturas
Sans, que representaba a la Asociación Cultural Sa Copiña, declaró que en el momento de «hacer las facturas» les dijeron que era para una subvención. La factura fue rectificada porque Bartomeu Berga, citado ayer también como imputado, le dijo que no era correcta y que «no había que poner Consell de Mallorca».
Berga, por su parte, que representaba a la Asociación Serra Mamerra, explicó que inicialmente les dijeron que el concepto de la factura era para optar a subvenciones, pero más tarde, les instaron a rectificar el concepto porque «había problemas». Explicó que en estos momentos se estaba montando la TV de Mallorca y ellos entendían que su archivo era para que lo pudiera usar ese nuevo medio de comunicación. Ayer, asimismo, declaró en calidad de testigo Catalina Oliver, hermana de Miguel Oliver, y que estuvo asistida por el abogado Agustín Aguiló. Dijo que había participado en alguna reunión de la Xarxa como trabajadora de unas de las televisiones locales, Palma TV. Explicó que empezaron a unirse con el objetivo de buscar salidas para evitar el cierre ante la llegada de la televisión digital.