La investigación policial ha abierto un nuevo frente contra el ex president del Govern. | Efe

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Nuevo frente policial contra Jaume Matas. La Policía Judicial de la Guardia Civil está investigando si el ex presidente del Govern compró bienes inmuebles dentro o fuera de Mallorca con la ayuda de testaferros.
De momento, se trata de indicios «débiles», obtenidos durante los meses en los que Matas y su entorno familiar fue sometido a escuchas telefónicas y a una exhaustiva investigación, y ahora la Guardia Civil trata de aclarar si alguno de estos datos apuntaría a que el ex ministro utilizó a «hombres de paja» para realizar inversiones en el sector de la construcción.
Los investigadores han constatado que tenía buenas amistades en este gremio -en Mallorca y en otras localidades españolas- y la hipótesis de nuevas compras con testaferro -que se añade la del piso de Madrid, que la Guardia Civil da por segura- no es «en absoluto descabellada», según confirmaron ayer a este diario fuentes próximas al caso. En este sentido, las mismas fuentes aseguraron que la Policía Judicial rastrea posibles compras «tanto en Mallorca como fuera de la Isla, en la Península o el extranjero».
Paraísos fiscales
Durante los meses en los que Matas ha estado en el punto de mira policial y judicial -y aún lo sigue estando- uno de los objetivos ha sido localizar paraísos fiscales donde el ex president pudiera ocultar sumas millonarias, aunque de momento esas supuestas cuentas opacas no han aparecido. Se localizaron unos 90.000 euros que se transfirieron a una cuenta de Aremas L.L.C., una empresa que creó el propio Matas para operar desde EEUU, donde trabajaba. Sin embargo, las operaciones detectadas no son fraudulentas.
El incremento patrimonial sin justificar de Jaume Matas es una de las piedras angulares de la investigación. El piso de la Colònia de Sant Jordi, cuya hipoteca está a nombre de la octogenaria madre del ex político, fue investigado a fondo y estuvo a punto de ser registrado recientemente (como ya ocurrió dos veces con el palacete), aunque al final se valoró que no era necesario porque los efectos de valor o el dinero posiblemente ya no estaban en el interior. La investigación considera «escandaloso» que una entidad bancaria emitiera una hipoteca por esa vivienda, en primera línea del paseo marítimo de la Colònia, a una mujer de edad tan avanzada como la madre de Matas. Los agentes no tienen dudas de que se trata de una artimaña y de que esa vivienda es propiedad del ex dirigente del PP.
Con el piso de Ramón de la Cruz, en el barrio más exclusivo de Madrid, ocurre lo mismo, aunque en esa propiedad el presunto testaferro es Bartolomé Reus, el ex presidente de Gesa y amigo íntimo de Matas.