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Los tres millones de euros en efectivo conseguidos por el ex presidente del Govern Jaume Matas en tiempo récord para eludir la cárcel siguen provocando toda clase de reacciones en medios judiciales y financieros, sobre todo cuando los grandes bancos y cajas de ahorros a nivel nacional, según fuentes financieras, habían decidido no avalar a Jaume Matas 'por el alto coste mediático' que podría suponer la operación. Durante la última semana, directivos bancarios habían conversaciones sobre este punto, considerándose que no era lo más positivo para la imagen de la entidad que canalizara los avales a Jaume Matas.

El juez instructor del 'caso Palma Arena', José Castro, ya ha dado instrucciones para seguir la pista del dinero, cuyo origen es investigado a fondo ante las sospechas de que una parte de él podría provenir de bancos extranjeros, concretamente, radicados en paraísos fiscales.

Esas sospechas se han incrementado en las últimas horas después de que la Caja de Arquitectos haya desmentido de manera oficial que hubiese financiado ni avalado la mitad de la fianza (1,5 millones), tal y cómo se informó en un principio.
La Caja de Arquitectos ha señalado a través de un comunicado que la transferencia realizada por orden de Jaume Matas por importe de 1,5 millones de euros al juzgado de Instrucción 3 de Palma para el pago de la fianza, «se hizo contra una transferencia de fondos del cliente del mismo importe proveniente del Banco de Valencia».

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Transferencia


Marià Muixi, director general adjunto de la Caja de Arquitectos, admitió ayer desde Barcelona que «todo este tema no nos ha hecho ningún favor» en referencia a la vinculación de la entidad con el 'caso Matas'. En este sentido insistió en que «nuestro papel ha sido sólo el de realizar una transferencia ordenada por un cliente, en este caso el señor Matas».
La transferencia se canalizó por medio de la cuenta de la que es titular el ex president en la oficina de la Caja ubicada en el Colegio de Arquitectos de Palma.

Respecto a los motivos por los que se ha utilizado un sistema tan complicado para depositar la fianza, utilizando la intermediación de la Caja de Arquitectos, Muixi admitió que «desconocemos las razones, francamente, no sé qué se pretendía ya que lo lógico era hacer la transferencia directamente desde el Banco de Valencia a la cuenta de Banesto».
El directivo de la Caja de Arquitectos reconoció, por último, el malestar causado por todo este tema «en una entidad como la nuestra, que no acostumbra a salir en los medios de comunicación. De hecho algunos clientes nos han llamado y cuando les hemos aclarado el papel que hemos tenido se han tranquilizado».

A nivel bancario, por su parte, ha sorprendido de manera especial que Matas avalara con dinero en efectivo la cantidad exigida, cuando con un simple aval bancario hubiera bastado. «Está claro que los fiscales pedirán al Banco de España cómo se ha podido formalizar esta operación, más en una coyuntura económica tan delicada. Matas deberá abonar, como mínimo, unos 200.000 euros de intereses al año por los tres millones de euros», indicaron fuentes financieras consultadas.