Fernando Areal, antes de declarar ante el juez. | Jaume Morey

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Fernando Areal, cuñado de Jaume Matas, afirma en una grabación ordenada por el juez del «caso Palma Arena» y hecha pública hoy durante su declaración que esperaba que el presunto testaferro de Matas, Bartomeu Reus, no le dejara «con el culo al aire» en la compra de un piso en el barrio de Salamanca de Madrid.

Así lo ha dicho durante la comparecencia de Areal el juez instructor del caso, José Castro, que investiga el sobrecoste del velódromo Palma Arena durante la anterior legislatura, cuando Matas era presidente de Baleares, así como el incremento supuestamente irregular del patrimonio de éste y la posible financiación ilegal del PP.

Según fuentes jurídicas, Areal ha reconocido hoy que entregó en el año 2003 cien mil euros como señal para adquirir una vivienda en la capital de España, si bien finalmente fue Reus, ex presidente de Gesa-Endesa, quien compró el piso, aunque el juez sospecha que lo hizo como testaferro de Matas y que el ex presidente de Baleares es el propietario real.

Esta frase del cuñado de Matas pertenece a una de las conversaciones cuya grabación ha sido ordenada por el juez y que, ante la sorpresa de los abogados, ha sacado hoy a colación durante el interrogatorio a Areal.

Esto ha provocado la reacción del abogado del cuñado de Matas y del ex líder del PP balear, Rafael Perera, que ha solicitado la suspensión de las declaraciones del resto de imputados citados hoy: Jaume Matas; su mujer, Maite Areal, y Bartomeu Reus.

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Una copia de las grabaciones ha sido entregada a Perera y al abogado de Reus para que puedan estudiarla durante las próximas horas, de cara a la declaración de sus defendidos, que se retomará mañana a las 9.00 horas.

Durante la comparecencia de Areal, que se ha alargado por espacio de unas cuatro horas hasta que el imputado se ha negado a continuar declarando, el juez ha mencionado otra frase grabada por orden judicial desde diciembre de 2009.

En ella, Areal indica en una conversación telefónica que el pago de los 100.000 euros como señal de la compra del piso de Madrid lo hizo en diferentes ocasiones, y no de una sola vez como había declarado anteriormente.

Los abogados presentes en la comparecencia de Areal han mostrado su sorpresa y preocupación por estos pinchazos telefónicos que, presuntamente, se han realizado desde diciembre de 2009, ya que podrían contener conversaciones entre los letrados y sus defendidos.

Por otro lado, Areal ha reconocido que pagó 32.000 en negro en la sede del PP, partido del que era gerente en la pasada legislatura, al constructor que realizó las obras del «palacete» que Matas compró en el centro de la capital balear.
Fuentes jurídicas han explicado a Efe que Areal, imputado en este caso de supuesta corrupción, ha asegurado que fue su hermana y mujer de Matas, Maite Areal, la que le entregó este dinero. El constructor que recibió el pago en metálico había realizado con anterioridad obras para acondicionar la nueva sede del PP.

Después de su declaración, Fernando Areal ha abandonado solo los juzgados de Vía Alemania, mientras que Matas, su mujer y Reus lo han hecho más tarde entre fuertes medidas de seguridad.