Pequeños y mayores tuvieron que recurrir al paraguas para salir de paseo. | J. Lladó

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En este 2010 el equinoccio de primavera comenzó el 20 de marzo a las 17h 31m y siguiendo con la tónica general del invierno no ha dejado atrás el agua. Es más, la previsión de los expertos de Meteorología es que las nubes sigan pululando por encima de la Isla hasta, al menos, el jueves de la semana que empieza.
Así, la imagen del primer domingo de primavera llegó cargada de colorido: el de los paraguas y chubasqueros que el personal sacó para protegerse y no desaprovechar un paseo por el centro. A falta de sol, mar y montaña, siempre queda la ciudad.
Por otra parte, las temperaturas diurnas ya comienzan a ser agradables, aunque la humedad no tanto. Pero bueno, los abrigos del invierno más lluvioso, frío y cansino de los últimos años se quedaron en casa.
Desde luego, la lluvia primaveral que cayó ayer no fue gran cosa, al fin y al cabo hablamos de cuatro gotas, pero tiene su importancia. Piensen que esta estación tiene peligro, es compleja.
Todos sabemos que el fuego puede desbordar hasta la última gota que cabe en la cuenca de la paciencia humana, cuando está que hierve.
En fin, hubiéramos preferido enseñarles a una pareja en una cala bañada por la luz incomparable del sol de primavera... ¡Loca!