El decano del Colegio de Abogados de Baleares, Joan Font, compareció hoy en calidad de testigo ante el juez instructor del caso Maquillaje, Juan Ignacio Lope Sola, y durante su declaración defendió la «nula intervención» en los hechos investigados en este procedimiento, que investiga un presunto desvío de fondos públicos desde el Consell de Mallorca a productoras audiovisuales afines a UM, y en concreto fue interrogado acerca de las acciones de Vídeo U que adquirió su bufete en 2004.
En declaraciones a los medios tras prestar declaración ante el juez, el fiscal Juan Carrau y varios letrados, Font señaló que ha dejado «clara» su intervención así como «lo poco que sabía de esta historia, por no decir nada».
En concreto, en 2004 compró junto a uno de sus socios principales, Emilio Gené, un 10 por ciento de las acciones de Vídeo U, una de las principales empresas investigadas en la causa y a la que el Consell destinó más de tres millones de euros para la puesta en marcha de Televisió de Mallorca.
Ese mismo año, el 50 por ciento de las acciones de la productora fue adquirido presuntamente por la ex presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar, y el ex vicepresidente de la Institución insular, Miquel Nadal, a través de sus presuntos testaferros, después de que la entonces presidenta del Consell entregase 300.000 euros en efectivo en su coche oficial a Nadal para la compra del accionariado, según declaró ante el juez el ex 'uemita'.
«Como decano del Colegio de Arquitectos he querido comparecer como testigo y dejar las cosas claras en todo momento», manifestó Font, tras quien también fue interrogado Gené.
Tras una breve comparecencia, el testigo explicó a su salida de la vista que él era el abogado del propietario de Vídeo U, Miquel Oliver, y por tanto «esa era la vinculación que yo tenía con la productora». También ha finalizado, igualmente como testigo, la comparecencia de la periodista Angela Alfaro.
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Miren, pasen ustedes y vean como se defienden, como gato panza arriba, cuando son descubiertos metidos en harina, que por lo menos empolva las manos. El señor Font, en el restaurante La Cuchara, intervino en la adquisición espúrea de las acciones, para conseguir ingresos económicos torticeros del erario. Y ahora lo niega, como que hoy ha nevado en Palma, aunque no en la misma intensidad, según demarcaciones urbanas. En los bufetes de los abogados se sabe todo, incluso de las actividades de sus colegas. En un despacho de letrados, 10 años antes que se destapara el escándalo ya me contaron quienes eran los beneficiados (con una beneficiada)por la recalificación de Son Oms. Señoría, el decano ha tirado balones fuera de banda, pero se ha sentido incómodo.