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El 52,1% de las personas -una de cada dos- que solicitaron una ayuda de emergencia para cubrir necesidades básicas durante el año pasado lo hizo por primera vez en su vida. Esta es una de las consecuencias de la grave crisis económica y laboral por la que atravesamos y así consta en el informe sobre la evolución de las ayudas económicas de urgencia social gestionadas por los ayuntamientos de Balears y concedidas por la Conselleria d'Afers Socials, Promoció i Immigració.
El Govern balear aprobó en 2009 un plan de emergencia, de carácter extraordinario y dotado inicialmente con 1.045.000 euros, «con el que se pretendía atender, de una forma ágil, las demandas urgentes de personas que por culpa de la crisis se habían quedado sin ingresos o los habían reducido considerablemente», explicó Santiago. Esta situación afectó y aún afecta a personas «normalizadas» que hasta este momento nunca habían que tenido que recurrir a los servicios sociales o bien no eran usuarios de manera ocasional. Pero ese millón de euros, añadió Santiago, se terminó a final de año y en diciembre se aprobó destinar otro millón más.
Desde la puesta en marcha de esta iniciativa, por tanto, Afers Socials ha distribuido 2.045.000 euros, que gestionan los servicios sociales de los ayuntamientos de Balears. Y durante este tiempo se han tramitado un total de 1.719 solicitudes de ayudas económicas destinadas a las familias de las Islas. Hasta ahora se han beneficiado 1.157 familias, 562 de las cuales han recibido más de una vez la prestación, cosa que en términos porcentuales representa el 48,6% del total de familias beneficiarias.
El 52,1% de los expedientes familiares que se han tramitado se han abierto por primera vez en los departamentos de servicios sociales de los ayuntamientos. Son las personas que nunca antes habían tenido que recurrir a esta vía.
En relación con el sexo de la persona perceptora de la ayuda, el 67,7% han sido mujeres y el 31,3%, hombres. Los hogares formados por una persona adulta con menores a su cargo representan el 32,2% de las familias beneficiarias. Es decir, son hogares monoparentales.
La media de la duración de la prestación es de casi cuatro meses, con un mínimo de una semana y un máximo de 12 meses.
Del total de ayudas económicas: 1.129 se han concedido en concepto de alimentación, con un importe medio de 230,7 euros. Una segunda categoría son los gastos generales (luz, agua, etc), la segunda por orden de importancia, y el total de ayudas tramitadas bajo este concepto ha sido de 653, con un importe medio de 280,23 euros. Por último, las ayudas destinadas a cubrir las necesidades de alojamiento han sido 487, con un importe medio de 444,8 euros.
La causa principal de percepción de la ayuda es, en el 71% de los casos, haber perdido el trabajo; en el 25,4% de las situaciones es una reducción en la percepción de prestaciones públicas, y en el 3,5% restante, por falta de ingresos.
A mediados de 2010, aseguró la Consellera, «cuando el dinero ya se haya terminado tendremos que ver si se necesita ampliar la partida para seguir prestando esta ayuda».