Foto de archivo de Rafael Perera, abogado de Jaume Matas.

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Rafael Perera, abogado del ex presidente del Govern, Jaume Matas, atribuyó a las imposiciones de la Unión Ciclista Internacional (UCI) la decisión de construir en un «tiempo límite» el velódromo del Palma Arena antes de la celebración del mundial de ciclismo en pista de 2007. De esta forma, Perera salió hoy al paso de las declaraciones efectuadas por la ex vicepresidenta del Ejecutivo balear, que ayer declaró ante el juez José Castro que Matas era el principal «interesado» en el avance de las obras del velódromo y le señaló él como el responsable de todas las decisiones en torno a la obra.

En los juzgados de la Vía Alemania, Perera manifestó, minutos antes de que el ex conseller de Turismo, Joan Flaquer, comenzara a declarar como testigo en el caso Palma Arena --que investiga el presunto desvío de fondos durante la ejecución del velódromo-- que fue el Consell de Govern el que por unanimidad aprobó y acordó la construcción de esta importante infraestructura, a iniciativa, eso sí, de Jaume Matas, especificó el letrado.

De esta forma, indicó que esta decisión se adoptó porque el mundial de ciclismo iba a suponer para Baleares «gran prestigio y rentabilidad económica y turística». En este sentido, abundó en que «este campeonato exigía unos parámetros determinados a poder cumplir» y aseguró contundente que «el Govern no impuso fechas para finalizar las obras, sino que le vinieron dadas por la organización del mundial».

El letrado señaló, de este modo, que la UCI impuso al Ejecutivo la construcción de la pista cubierta del velódromo, pese a que éstas, según las investigaciones resultó no esta homologada y presentaba numerosas deficiencias. Así, afirmó que la construcción requirió un esfuerzo humano «evidente» para cumplir con los plazos.

Finalmente, en referencia a las especulaciones que apuntan a la posibilidad de que Matas no acuda a declarar ante el juez el próximo 23 de marzo, Perea aseguró que «quienes así lo auguran perderán la apuesta».