El Ajuntament de Palma tomó una decisión salomónica y optó por no derribar el monumento de Sa Feixina al crucero 'Baleares' y eliminar todos aquellos elementos que supongan una exaltación de la Guerra Civil o la represión de la dictadura y sustituirlos por una placa en recuerdo de todas las víctimas. | Ultima Hora

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El Ajuntament de Palma tomó ayer una decisión salomónica y optó por no derribar el monumento de Sa Feixina al crucero Baleares y eliminar, durante los próximos días, todos aquellos elementos que supongan una exaltación de la Guerra Civil o la represión de la dictadura y sustituirlos por una placa en recuerdo de todas las víctimas, «convirtiendo el monumento de Sa Feixina en un memorial a todas las víctimas».

Así lo anunciaron ayer la alcaldesa, Aina Calvo, y la regidora de Cultura, Nanda Ramon, que señalaron que el Ajuntament ha adoptado esta decisión tras recibir un informe jurídico elaborado por dos profesores de la UIB, Maria Ballester y Bartomeu Trias. Aina Calvo explicó que la decisión de no eliminar el monumento responde a la «voluntad integradora» de la Ley de Memoria Histórica que es, según la alcaldesa, «una Ley igualadora de todas las víctimas, por lo que no reconoce a unas frente a las otras», aseguró.

«Hemos decidido retirar todos los elementos del monumento que son claramente una exaltación del régimen franquista y, por otra parte, convertir este monolito en un reconocimiento a todas las víctimas de todas las guerras y a la convivencia democrática», recalcó Calvo.

Por su parte, Nanda Ramòn, regidora de Cultura, recordó que el texto de la nueva placa que lucirá el monumento en la capital balear es fruto del consenso reiterado de todos los partidos políticos de la ciudad desde 1998. Así, del actual monolito, que no cuenta con ninguna protección patrimonial específica, se quitará el escudo y la leyenda, que se guardarán en el almacén municipal. «Eran elementos de exaltación injustos, ilegítimos y, desde la entrada en vigor de la Ley de Memoria Histórica hace dos años, también ilegales», agregó.

Concretamente, el texto de la placa, que se ha redactado en cinco idiomas, dice: «Este monumento fue erigido en el año 1948 en recuerdo de las víctimas del hundimiento del crucero Baleares, durante la Guerra Civil (1936-1939). Hoy es para la ciudad símbolo de la voluntad democrática de no olvidar nunca los horrores de las guerras y las dictaduras. Palma 2010».