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El futuro económico de Balears pasa por dar más valor añadido a la industria turística actual, con una apuesta clara por los multiproductos turísticos, que complementan a la tradicional oferta de sol y playa, según se pone de manifiesto en el estudio realizado por la Cámara de Comercio de Mallorca «Una aproximación a los productos turísticos emergentes de las Illes Balears». El estudio fue presentado ayer en la entidad cameral por su presidente, Joan Gual; la directora de Estudios, Catalina Barceló, y el conseller de Turisme, Miquel Ferrer.

Según el trabajo, los productos que podrían promocionarse, crecer y ofrecer mayor valor añadido a los atractivos ya consolidados en Balears se engloban en el turismo deportivo, verde, professional y de ocio, que van desde el turismo activo al cámping, excursionismo, medio rural, ornitológico, ecuestre, pesca, arqueoturismo, turismo «city-break» de corta estancia o cultural.

También el turismo etnográfico, industrial, de compras, de bodas, turismo de élite (en hoteles de lujo), enoturismo, gastronómico, de juego (casinos), oleoturismo, salud y belleza, turismo de congresos y lingüístico. La entidad cameral considera que mejoraría la competitividad centrarse en productos turísticos destinados a un perfil de público de solteros, turismo senior, familiar, del colectivo gay-lesbiana-bisexual y transexual (GLBT), y con actividades e instalaciones específicas para niños o mascotas.

Barceló indicó que las Islas cuentan con 30 productos, los cuales pueden «enriquecer el destino con modalidades turísticas que suelen ser de motivación secundaria y podrían consolidarse como primera motivación».