Terese Jansson, que representó a Santa Lucía, junto al coro de niños del colegio sueco. Foto. JAUME MOREY

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La comunidad sueca de Mallorca -y de todo el mundo, suponemos- conmemoró ayer la festividad de Santa Lucía, la mártir de Siracusa símbolo de la luz. Así, por la mañana, en el colegio sueco de Palma, los parvulitos celebraron la fiesta con villancicos y una merienda, todo ello presidido por la Santa Lucía infantil, que este año fue Jade Cerchiari, nieta de italiano e hija de sueco y catalana. En total, por la mañana, entre Santa Lucia, su séquito y demás compañeros de curso, 23 parvulitos hicieron un alto en las clases y se reunieron a celebrar la fiesta, con villancicos y, por supuesto, el tradicional Santa Lucía, cántico que no puede faltar en estas fechas. Luego merendaron a base de refrescos y los típicos bollos suecos, «lussebullar», hechos con azafrán.

Por la noche, con la asistencia de mucho público, la banda Municipal de Música, dirigida por Juan Jiménez ofreció un concierto. Otras personas optaron por comprar numerosos artículos en el mercadillo sueco. A continuación los alumnos del colegio sueco vistiendo sus blancas túnicas llegen procesión hasta el Ajuntament desde la calle Colom, cantando Santa Lucía precedidos por «Santa Lucía», Terese Jansson de 18 años de edad, tocada por su corona de velas. A dicho acto asistieron la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, que acompañó a la princesa Birguitta de Suecia, y al cónsul de Estados Unidos Tummy Bestard y su esposa Olga.

Los pequeños cantaron los villancicos populares Natten gar tunga fjät, Goder afton, Sa mör är natten salutación en catalán por la joven representante, para seguir cantando Lusse lelle, Staffans visa, campana sobre campana, y Stilla natt entre otras, acompañados por el organista Sven Arnes y dirigidos por Therese Ivarsson.

Amalia Estabén