María Belén se sometió el pasado lunes a esta ecografía, a cargo de la doctora Frías. Foto: M.A. CAÑELLAS

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Alejandro ya ha ofrecido sus primeras sonrisas a sus padres; y lo ha hecho dentro del vientre materno. No se trata de una película de ciencia ficción sino de una realidad científica. Gracias a las ecografías 4D, todos aquellos progenitores que estén esperando un bebé podrán verlo antes de que se produzca el feliz nacimiento. María Belén Fernández y Juan Manuel Dalmau son unos de estos impacientes padres. Esperan su primer hijo para principios del mes de abril, pero la curiosidad por ver las facciones de su bebé y sus primeros movimientos les llevó a acudir al servicio de Radiología de la Policlínica Miramar, concretamente a la consulta de la doctora María Teresa Frías.

Las 4D son ecografías tridimensionales en tiempo real; es decir la adquisición en tres planos de la imagen del bebé en movimiento. Este tipo de ecografías ofrece un idéntico diagnóstico que las ecografías comunes pero la ventaja que tiene es que es transmisora, es decir, que hace que la información obtenida sea más comprensible. El impacto emocional que generan estas imágenes en los familiares es muy alto. Así, permite mostrar a los padres sorprendentes actitudes del feto como los bostezos, las sonrisas, la apertura de los ojos o los movimientos de las extremidades.

Para María Belén es una experiencia única, ya que es «el primer contacto con tu hijo antes de que nazca. Además, ves sus rasgos y puedes aventurarte a decir a quién se parece». La imagen es tan clara que muchos padres se emocionan al verlo por primera vez. Juan Manuel Dalmau, incluso, lo lleva como salvapantallas de su móvil y comenta que «muchos compañeros me preguntan si ya lo hemos tenido y tengo que explicarles que se trata de una ecografía». La doctora Frías señala que hay un antes y un después tras realizar estas ecografías. Deben realizarse bien por indicación del especialista para confirmar diagnósticos diferenciales, o bien con fines sociales, es decir por deseo de los padres. Se recomienda realizarla entre las semanas 28 y 34 de gestación, ya que el método también tiene limitaciones como los movimientos excesivos, las posiciones inadecuadas, la disminución del líquido amniótico y la superposición de otras estructuras fetales como la placenta, el cordón umbilicial o los miembros. Este servicio tiene un módico precio de 120 euros y al finalizar la ecografía, los padres se llevan a casa un DVD con las imágenes de su hijo.

Samantha Coquillat