Animales de todo tipo desfilaron para recibir la bendición. Foto: JOAN TORRES

TW
0

Pues fue que no. El grupo de cabezudos más esperado por los niños, formado por la figura de Sant Antoni y los dimonis, en teoría máximo protagonista de la cabalgata de ses beneïdes, estuvieron ayer missing. Una pena que no se contara con ellos para esta tradicional cabalgata que reunió a centenares de escolares y otros tantos espectadores, entre ellos muchos súbditos extranjeros a pesar de ser día laborable.

La festividad de Sant Antoni en Palma se inició en la explanada de la iglesia de Sant Miquel con un pasacalle de los xeremiers de Son Roca y los bailes del grupo Balls i tonades de Mallorca. A las diez y media el delegado de Liturgia de la Diócesis, reverendo Joan Torrens, presidió la misa que reunió a muchos fieles y contó con la asistencia de la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, y los regidores María José Frau, Francisca Bennàssar, Catalina Terrassa, Begoña Moragues, Margalida Ferrando, Pedro Àlvarez, Sebastià Sansó y Ramón Torres, además del director general de Sanitat, Antolín García.

En esta eucaristía participó el barítono Francisco Bosch, quien a sus 88 años de edad bordó eAve María y eBenedictus. Acabada la misa se sumó a las beneïdes la consellera d'Agricultura i Pesca, Margalida Moner. Una hora antes de iniciarse el desfile copaban las aceras de la calle Palau Reial los escolares, en su mayoría de Infantil y Primaria, pertenecientes a los colegios San Francesc, San Alfonso y San Rafael, además de los centros de Cas Saboners (Magaluf), Son Canals y Aula Balear.

Amalia Estabén