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La alcaldesa de Palma, la popular Catalina Cirer, acudió ayer al cementerio municipal para inaugurar el Jardí de Cendres, así como dos hornos para la incineración de cadáveres. Cirer estuvo acompañada por la teniente de alcalde de Règim Interior, Catalina Terrassa; la edil de Sanitat i Consum y presidenta de la Empresa Funerària Municipal (EFM), Marina Sans; el edil del PSOE Ramón Torres, y el director de la EFM, Óscar Collado. El Jardí de Cendres, ubicado en Son Valentí, permitirá que cualquier familia de Palma pueda disponer de un lugar reservado para la custodia de cenizas. Se trata de una iniciativa pionera en España.

En este espacio no se pagarán cuotas de conservación ni de mantenimiento, tan sólo deberá pagarse la placa de inscripción, que tiene un coste de 20 euros.

En el citado jardín se depositarán las urnas con las cenizas, y los familiares de cada persona fallecida dispondrán de un lugar para poder colocar el nombre de la familia, así como las inscripciones de sus miembros. Así, cada placa, de vidrio especial, será colocada en las velas de mármol que hay justo enfrente del jardín.

Sans destacó que esta nueva instalación tendrá un valor especial para todas aquellas personas que apuestan por la incineración y por la creación de panteones familiares de cenizas. En el jardín podrán depositarse unas 20.000 urnas, por lo que se prevé que puedan disponer de este espacio algo más de 3.000 familias.

El precio de una incineración es ahora de 315,88 euros. En 2004 el número de incineraciones en el cementerio de Palma fue de 1.452, y en 2005 se prevé que sea de 1.812. Sobre el total de servicios funerarios que presta la EFM, las incineraciones representan ya el 40%, que es la cifra más alta de España. En cuanto a los dos nuevos hornos para la incineración de cadáveres, cabe destacar que a partir de ahora los familiares podrán ver, si así lo desean, la introducción del cuerpo en su interior.