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El president del Govern, Jaume Matas, reiteró ayer que su voluntad no es incrementar el impuesto de hidrocarburos para financiar la sanidad, pero también avisó que no permitirá un deterioro del servicio sanitario en Balears. Según los cálculos realizados por el Govern, el incremento de un céntimo por litro en el impuesto de hidrocarburos apenas supondría 72 millones de euros en tres años. Es decir, 26 millones de euros anuales, una cantidad insuficiente para paliar los problemas de financiación en la sanidad balear. Si se tiene en cuenta que el déficit sanitario asciende a 244 millones desde 2002 hasta 2004, resulta que el dinero que se recaudaría mediante el incremento del impuesto de hidrocarburos sólo serviría para cubrir el 10 por ciento de las necesidades de Balears.

El mensaje de Matas que lanzó ayer fue claro. El president no quiere crear nuevos impuestos ni aumentar los que hay, pero tampoco descartó que a partir del próximo año pueda producirse una subida generalizada de tributos en todos las comunidades para financiar la sanidad. «El problema deberá resolverse a partir del 1 de enero de 2006. Rodríguez Zapatero se comprometió en la conferencia de presidentes», dijo Matas. El president del Govern también recordó que ePacte dejó en los cajones facturas sin pagar por valor de 350 millones de euros.

Matas destacó que algunas comunidades autónomas -Catalunya, Andalucía, Asturias y la Comunitat Valenciana- ya han recurrido al incremento del céntimo de hidrocarburos para compensar sus problemas de financiación sanitaria. Para Matas, «otras comunidades tienen problemas muchos más graves que nosotros». Y citó el caso de Catalunya. «Espero que podamos resolver los problemas heredados», dijo.