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Organizado por el Govern, y bajo la dirección de Pere Estelrich, en el Passeig Sagrera de Palma ha tenido lugar -desde el pasado 26 de febrero y hasta ayer- lo que se podría muy bien denominar un paseo entre el mar y la música, consistente en una serie de actuaciones de distintos grupos musicales, todas al mismo tiempo, aunque distanciadas unas de otras por unos 100 metros, que invitaron al público a detenerse, recrearse y, si le apetecía, a participar bailando o cantando, lo cual ha sido un éxito, tanto es así que los que estaban, casualmente o a propósito, en el lugar, a través del móvil iban avisando a los amigos y conocidos de que había ball de bot, por ejemplo, o que se cantaba gospel, o bossa nova. Porque de todo esto iba la cosa.

Fueron cinco grupos los que actuaron: Ànima (gospel y espirituales negros), Banasanou (percusión africana), David Runión (violonchelista), un grupo de música clásica, Nema, Marcos Collado y Carlos Jambrina (fusión de músicas del mundo flamenco) y S'Estol des gerricó de Felanitx (baile popular de Mallorca). O sea, un mosaico de culturas y una variedad de estilos y ritmos, todo muy a gusto de todos, porque, o bien podían elegir o, en las tres horas que duró la función, había más que tiempo para disfrutar de la velada al completo.

Y hoy, a partir de las 18.00 y hasta las 21.00 horas, la movida musical a propósito del Dia de Balears se despide con un gran concierto, que arrancará con la música barroca al son del clavicordio de Thimotty Ronberts, y que culminará con la pop, de la mano -de la voz, mejor- de Vero Martín, pasando por la música vocal de todos los tiempos, clásica, bandas sonoras y jazz.

Pedro Prieto