Camí de Passatemps, entre la rotonda de Son Castelló y Son Sardina, donde será necesario un paso elevado para el metro. Foto: CURRO VIERA
Gran Vía Asima.

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El metro entre Palma y la UIB deberá contar con, al menos, tres pasos elevados para salvar tramos de la carretera y del tren de Sóller, el Camí de Passatemps (que une la rotonda del polígono de Son Castelló y Son Sardina) y la acequia de las fuentes de la Vila y den Baster.

Éstas son, entre otras, las prescripciones, vinculantes, que ha emitido la Comissió Balear de Medi Ambient respecto al proyecto de línea metropolitana Palma-UIB, que prevé la finalización de las obras en 2008 con una inversión de casi 91 millones de euros.

Según la idea inicial, el metro enlazará la Plaça d'Espanya con la UIB con paradas en otros siete puntos intermedios: calle Jacint Verdaguer, Son Oliva, carretera de Bunyola, Edifici Asima, Son Castelló, Camí dels Reis y Son Sardina. La longitud total del recorrido será de 7,3 kilómetros, de los que 3,9 serán subterráneos. El metro, soterrado, arrancará de la Plaça d'Espanya y hará bajo tierra todo el recorrido hasta la salida del Polígon Son Castelló en dirección a Son Sardina. A partir de este punto, la línea será de superficie hasta el acceso a la UIB, donde volverá a soterrarse para sortear el obstáculo de la carretera de Valldemossa. Hasta Son Castelló, el tiempo de recorrido será de siete minutos, y hasta la UIB, de doce.

La Comissió Balear de Medi Ambient y su comité técnico han dado su visto bueno al proyecto, pero prevé como condiciones el establecimiento de medidas correctoras para minimizar el impacto visual y paisajístico a su paso por la carretera y la vía férrea de Sóller, el Camí de Passatemps y la acequia de las fuentes de la Vila y den Baster. En los dos primeros casos, la solución planteada es el paso elevado (viaductos que podrían llegar a los 160 metros de longitud). En el tercero, al tratarse de un bienes patrimoniales catalogados, deja en manos del Consell de Mallorca la última decisión al respecto.

Otra solución podría ser el soterramiento, de nuevo, de la línea de metro en estos tramos, pero la propia comisión destaca que, a partir de Son Castelló y hasta la UIB, el subsuelo (zona rústica) está afectado por la presencia de aguas subterráneas que sólo podrían salvarse bajando a 20 metros. La profundidad máxima del metro en su tramo subterráneo será de 8 metros. En caso de llegar a los 20 metros, los técnicos no responden del coste ni de los plazos de ejecución de obras.

Otra cuestión que preocupa a la comisión son los efectos de la ejecución de las obras del metro en la Gran Vía Asima. Textualmente, habla de «grandes impactos de difícil solución con medidas correctoras» y urge a garantizar la movilidad de personas y vehículos.