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En los buzones de los edificios Pullman, ubicados en la barriada de Cala Major, se están depositando en estos últimos días octavillas publicitarias en donde se indica que se compran los pisos de las distintas fincas y que se pagarán «al contado».

Cabe recordar que el 1 de diciembre del pasado año, el Consistorio aprobó, de manera inicial, el Pla Especial de Reforma Interior (PERI) de Cala Major y Sant Agustí, que prevé, entre otras actuaciones, la demolición de los edificios de apartamentos Pullman, Panam's, Randa y Deià, previa expropiación, así como la reconversión de 17 de los 20 hoteles de la zona en viviendas o la disminución de las alturas permitidas para los futuros edificios. Asimismo, está previsto un vial en la calle Isabel Rosselló, en la zona de la finca de Can Tàpera, en Sant Agustí.

Uno de los portavoces de las familias afectadas por la mencionada expropiación, Miguel Jiménez, señaló ayer, en referencia a las citadas octavillas, que cada propietario «tendrá que decidir si quiere vender ahora o no», y reiteró sus críticas al teniente de alcalde de Urbanisme de Cort, el popular Javier Rodrigo de Santos, a quien acusó de «no escuchar a los vecinos de la zona» y de ofrecer una imagen negativa del barrio, «que no se corresponde con la realidad».