Los enamorados aprovechan este día para regalarse flores.

TW
0

Rosas, orquídeas, bombones, cenas románticas y muchos corazones. Hoy, los enamorados celebran su día, San Valentín, intercambiándose regalos y mucho amor. Dicen que el amor es pura química y magia o, también, un poco de cada ingrediente. Sus orígenes se desconocen y no se sabe muy bien cómo el ser humano llega a amar. Aun así, es un sentimiento universal que toda persona siente alguna vez a lo largo de su vida.

San Valentín, sin embargo, sí tiene un origen más conocido, aunque hay varias teorías. La festividad procede de Roma, donde cada 15 de febrero se festejaba el día de la fertilidad en honor del dios Lupercus. Una de las versiones de la fiesta afirma que los hombres no llevaban flores ni invitaban a cenar a sus amadas, sino que ese día los sacerdotes se lanzaban a la carrera por las calles de Roma para golpear a las mujeres, algo que, según decían, las hacía más fértiles. Otra versión asegura que el origen es un sorteo que se realizaba entre los hombres. La muchacha que les tocaba en una especie de lotería que celebraban debía servirles durante todo un año.

Al llegar el cristianismo, se intentó reemplazar esta fiesta pagana por otra celebración similar pero más de acuerdo con las doctrinas de la nueva religión. En el año 496 d.C., el papa Gelasius escogió a San Valentín como patrono de esta fiesta. ¿La razón? El emperador Claudio III prohibió en el año 270 a sus súbditos contraer matrimonio porque, según él, los hombres casados eran malos soldados. Valentín, obispo de Interamna, decidió no obedecer al emperador y casó en secreto a numerosas parejas. Su osadía le costó la vida, ya que Claudio III mandó ejecutarle.

San Valentín ha llegado a nuestros días como la fiesta de los enamorados. Ellos y ellas se intercambian regalos como, por ejemplo, bombones, flores o pasteles y celebran la jornada con una velada romántica en toda regla.

L.M.
Foto: Teresa Ayuga