La comunidad china de Mallorca celebró por todo lo alto en el Gran Casino de Mallorca la entrada del nuevo año. Foto: JULIÁN AGUIRRE

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Comenzó el nuevo año chino. Año del Gallo y sin primavera, donde se aconseja que los enamorados no se casen pues su tradición dice que las parejas tienen muchas posibilidades de quedarse viudos o viudas. Por segundo año consecutivo, el Gran Casino Mallorca organizó, antenoche, la celebración del nuevo año chino. La fiesta, que comenzó pasada la medianoche, reunió a familias chinas residentes en la Isla, así como algún grupo de occidentales.

Alimentos tradicionales de la cocina china eran elaborados por el mallorquín Jose Luis Andino, chef de la Sala Trébol del casino. Alrededor de 250 personas celebraron la entrada al Año del Gallo según el calendario lunar que además indica que si ésta coincide con los almendros en flor, la suerte está de cara. Xiao-Li, una joven y bella china, deslumbró a su llegada con el traje típico. Acompañada de varios amigos comenzaron a degustar, además de los platos típicos orientales, productos de Mallorca, puesto que el organizador, Felipe de la Cruz, director comercial del Gran Casino Mallorca, en señal de bienvenida, ofreció cocas de trampó.

El salón, perfectamente decorado y ambientado con música de Songzu Ying (que ha actuado en el Golden Hall de Viena), Love muy China y The Red Sun fue convirtiéndose en una gran celebración que duró hasta pasadas las tres de la madrugada. Entre los asistentes estuvo Yeung, propietario del primer restaurante chino que hubo en Palma, el Restaurante Chino Mandarín, de 1968, y del supermercado de productos chinos, Shun Chong, quien se mostró contento con el nuevo año que llega.

Julián Aguirre