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«El mundo paga un tributo muy alto a la incapacidad de la comunidad internacional para resolver los conflictos del pasado y prevenir los nuevos focos de tensión que asolan el planeta». El primer ministro de Marruecos, Driss Jettou, habló alto, claro y fuerte en las dos intervenciones que tuvo en la jornada final del VI Foro Formentor. En la conferencia que pronunció por la mañana al inaugurar la mesa redonda «Diferentes visiones del concepto de vecindad», en la que participaron los ministros de Asuntos Exteriores de España, Marruecos y Austria, Miguel Àngel Moratinos, Mohamed Benaissa y Benita Ferrero-Waldner, respectivamente, y el representante del Departamento de Estado de Estados Unidos, Charles King Mallory, Jettou abordó diversos temas. No obstante, puso especial énfasis en el conflicto árabe-israelí, Irak y las relaciones con España, que calificó de «excelentes». A mediodía, ofreció una rueda de prensa para referirse a la inmigración y los compromisos adquiridos por su país con la Unión Europea.

Sobre la escalada de tensión en las fronteras entre Israel y Palestina, Jettou dijo: «Es un conflicto que se sigue resistiendo a todas las iniciativas de paz, a todas las misiones de buenas voluntad. Cada mes, cada año, hay más violencia delante de la mirada totalmente impasible de la sociedad internacional». Con respecto a las relaciones entre Marruecos y España, el primer ministro marroquí afirmó que su vecino «es el décimo socio económico de Marruecos, la principal puerta de entrada de nuestros productos a los distintos mercados europeos».

«El intercambio comercial marroquí-español representa más de 3 mil millones de euros y es especialmente prometedor, porque además España es el décimo país emisor de turistas hacia mi país», precisó.

La inmigración y la propuesta del ministro del Interior de Alemania, Otto Schily, de crear «centros de tránsito de inmigrantes» en algunos países del Magreb, entre ellos Libia, Argelia, Túnez, Mauritania y Marruecos, fue otra cuestión abordada por Jettou.

«El problema de la inmigración clandestina no se combate sólo cerrando 'a cal y canto' las fronteras», sino que requiere actuar por el desarrollo y en dar esperanzas, sobre todo a la juventud, en los países emisores. Los principales países emisores son los del Africa subsahariana y el Sahel, por ello la comunidad internacional y, sobre todo a Europa, deben actuar y ayudar a estos países en formación y creación de empleo», dijo. Además, insistió en que en materia de inmigración ilegal, «Marruecos asume totalmente sus responsabilidades, respeta sus compromisos y hace enormes esfuerzos», en colaboración con «países amigos y en el respeto total de la dignidad humana».