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J.M/AGENCIAS
El PP rechazó ayer la comparecencia de Jaume Matas en el Parlament por el «caso Rasputín» y recordó que cuando el socialista Celestí Alomar era conseller de Turisme no quiso facilitar a la Cámara la relación de sus gastos durante un viaje a Estados Unidos y México. La vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, presentó a los representantes de la junta de portavoces del Parlament un escrito registrado por Celestí Alomar en la Cámara autonómica en mayo de 2000 en la que contestaba con un escueto «el costo final está pendiente de fiscalizar» una petición de documentación sobre un viaje realizado por propio conseller de Turisme a Las Vegas y México en enero de ese mismo año. Este fue uno de los argumentos utilizados por el Govern para rechazar la comparecencia urgente de Jaume Matas en el Parlament para dar su postura sobre el «caso Rasputín».

La junta de portavoces del Parlament aprobó por mayoría, y en aplicación del voto ponderado, no pedir la comparecencia ante el pleno del president Matas solicitada por los socialistas por el «caso Rasputín». Sobre este asunto, el portavoz del grupo parlamentario popular, Joan Huguet, acusó al PSOE de solicitar la comparecencia de Matas para mantener «una polémica ficticia» en relación al «caso Rasputín», según informa Efe. Para Huguet, el PSOE intenta mantener la polémica «como un culebrón del verano» y valoró que el resto de grupos de la oposición fuesen «muy prudentes» a la hora de apoyar la propuesta socialista.

La vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, ha declarado en relación al «caso Rasputín» que el Ejecutivo ya ha ofrecido «todas las explicaciones pertinentes» para aclarar este asunto y reprochó a los grupos de la oposición que intenten «dar continuidad al morbo hasta el máximo». «Diéguez intenta estirar un caso que no da para más; las intenciones de Diéguez reflejan un interés por contaminar el ámbito político más que por defender los intereses de los ciudadanos de Balears», acusó Estaràs, según informa Europa Press.

La vicepresidenta Estaràs recordó también que fue un «error» por el que se han depurado responsabilidades, con la dimisión del ex director del Ibatur, Juan Carlos Alía, quien subsanó el perjuicio económico con el pago de las facturas.