Unos ejemplares únicos.

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El birrete siempre ha sido un símbolo de distinción en los círculos universitarios. En Mallorca han tenido una característica definitoria, la imagen del «arbre de la ciencia» de Ramon Llull. Por otra parte, dependiendo de cada disciplina del licenciado o profesor, cambia el color. El conservador de l'Arqueològica Lul.liana y coleccionista privado, Pep Carles Tous, ha decidido donar a la Universitat de les Illes Balears dos ejemplares únicos. Hoy se realizará en el Campus, ante la presencia del rector de la UIB, Llorenç Huguet, la cesión de tan importante patromonio a la entidad. Hasta el momento, sólo se han conservado tres birretes en la Isla.

El primero, que data aproximadamente del año 1800, está actualmente en las dependencias universitarias. Tiene un aspecto más «normal», similar al de los actuales. Los dos restantes pertenecen a Tous. «Creo que es bonito darlos a la Universitat, porque es allí donde deben estar. Determinar el valor de estos distintivos académicos es muy difícil. En círculos académicos podemos afirmar que son muy valiosos. En otros ámbitos no lo podría precisar. Pero dado que se han conservado tan pocos, creo que se trata de algo realmente importante. Hay que precisar que también existen cuadros que ilustran su existencia y que los parecidos verifican la autenticidad de mi material», puntualizó el conservador.

El primer birrete que cederá Tous perteneció al catedrático y profesor de literatura Bonaventura Serra Ferragut. Este ilustrado fue también uno de los fundadores de la Sociedad Económica Amigos del País en Mallorca. Seguramente es de 1748, fecha en que el académico se licenció en el Estudi General Lul.lià. Tous cuenta que «lo encontré en Can España Serra, casa que pertenecía a los descendientes del ilustre profesor y que se puso a la venta. Estaba en una caja de época y enseguida quedé sorprendido por su forma e inscripciones. Por ahora creemos que efectivamente perteneció a Serra, aunque también se baraja la hipótesis de que pudo pertener a un familiar de éste, un tal Fiol».

El coleccionista guardó tan apreciada adquisición hasta que un día vino a visitarle Pep Maria Costa, de la Galería Costa. Tous le enseñó el birrete y el galerista le comentó el parecido con un distintivo que él también poseía y que, en una primera aproximación, había identificado con un sombrero típico de cossier. Este segundo birrete tenía cuatro puntas y se parecía también a uno típico de religioso, por su forma. Finalmente, ante el interés demostrado por Tous, Costa decidió dárselo. Y desde ese momento hasta ahora ha pertenecido, junto a dos títulos antiguos y un sello de lacra de gran belleza, al conservador que hoy los entregará a la UIB coincidiendo con la apertura del curso académico.