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La empresa Islalink culminó ayer una de las fases más importantes en su proyecto de instalar la segunda línea submarina de fibra óptica entre Balears y la Península, dado que la empresa contratada, Alcatel, finalizó las labores de cableado submarino entre la playa de Alboraya (Valencia) y la playa de Cala Major, que han sido realizadas desde el buque noruego «Skandi Neptune». El consejero delegado de Islalink, Alfonso Gajate, que supervisó ayer, junto a su equipo, esta operación, indicaba que el cableado ha durado 15 días, «pero los trabajos de preparación se han prolongado por espacio de varios meses, ya que esta instalación, por su complejidad, requiere todo tipo de prospecciones antes de proceder a la colocación del cable, que en algunas zonas ha alcanzado los 1.400 metros de profundidad.

Ahora, el siguiente paso es finalizar todo el proceso de adecuación de los edificios terminales y poder complementar el cable de fibra óptica con las infraestructuras necesarias. El edificio de enlace en la Península se encuentra en la estación de Renfe de San Luis en Valencia y en Palma quedará situado en la estación de FEVE de la Plaza de España. El proyecto estará listo y operativo a lo largo del primer trimestre de 2002».

La inversión global de este proyecto asciende a 5.500 millones de pesetas (33'05 millones de euros) y el tendido del cable submarino ha sido encargado a la multinacional francesa Alcatel, que cuenta con una división especializada en el tendido de cables submarinos, para lo cual ha utilizado los servicios del buque noruego Skandi Neptune. Islalink, según sus representantes, pretende ofrecer en Balears una nueva vía para los operadores de telecomunicaciones y ofrecer la infraestructura necesaria de cara a los crecimientos previstos en materia teleinformática de voz y datos a corto y medio plazo.

La principal característica técnica del cable de acero instalado por Alcatel es que contiene en su interior 24 pares de fibra óptica, que una vez esté operativo su capacidad será cuatro veces mayor que la de la actual línea submarina en funcionamiento de Telefónica, que consta de seis pares de fibra. En Islalink, creada por Alfonso Gajate y sus socios en julio de 1999, participan en su accionariado el BSCH (44 por ciento del capital) y las cajas de ahorros Bancaja y Caixa Galicia, que cuentan cada una de ellas con el 22%, así como la Caja de Ahorros de Balears Sa Nostra. Esta sociedad ofrecerá a los operadores la posibilidad de «dirigir el tráfico a través de su conexión a cambio de un peaje en función del volumen de tráfico».