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EFE-TARRAGONA
El president del Govern, Francesc Antich, se mostró ayer contrario a la filosofía del Plan Hidrológico Nacional, elaborado por el Ministerio de Jaume Matas, y apuntó como posibles alternativas una mayor desalinización de las aguas del mar, la reutilización y las mejoras de los riegos. Antich realizó estas declaraciones en una reunión celebrada en Deltebre (Tarragona) con los líderes socialistas de Catalunya, Pasqual Maragall; Aragón, Marcelino Iglesias; y Valencia, Joan Ignasi Pla.

Iglesias, Antich y Pla fueron claros en su rechazo al Plan Hidrológico, considerado por el presidente de Aragón como «lento, costoso y poco ecológico», mientras que Maragall eludió explicar las razones de su rechazo al plan. Iglesias explicó que el gobierno aragonés está trabajando para reunirse en otoño con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi. En este encuentro, los líderes socialistas denunciaron además que el Gobierno «ha olvidado» y «abandonado» el arco mediterráneo y se han presentado como alternativa de «la España viva y plural» frente a «la del ordeno y mando» del PP que ha aprobado el Plan Hidrológico Nacional.

Maragall aseguró que tiene «la impresión» de que el en el diseño de la política territorial española, «basado exclusivamente en un esquema radial». Para el presidente del PSC, «lo importante es que la reunión es de personas que creemos en una España plural y viva que nosotros representamos, no contra nadie, pero un poco como alternativa de esta España del ordeno y mando, uniformada, asustada, en donde nadie puede hablar con nadie porque se considera que es una secta»

Pasqual Maragall desveló que hace un mes y medio se produjo una reunión en Valencia entre dirigentes socialistas y empresarios de Catalunya y Valencia en la que se evidenció que el hecho de que Valencia y Catalunya representen el 40% de las exportaciones españolas no se ha traducido en una mejora de las infraestructuras del arco mediterráneo. En este sentido, socialistas catalanes y valencianos informaron a sus correligionarios aragoneses y mallorquines de la «urgencia» de la potenciación del eje mediterráneo en su conexión también hacia estas dos comunidades, y reclamaron su apoyo para evitar que «Valencia no sea sólo la playa y el puerto de la capital de España».