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J. RODRÍGUEZ Con la llegada de la temporada estival hace su aparición también la esperada época de vacaciones, unos días de descanso para olvidar la frenética actividad de otras estaciones. Uno de los sectores que, en los últimos años, ha cambiado sus pautas de comportamiento en este sentido es el del comercio. Antiguamente los establecimientos comerciales aprovechaban los meses de menos trabajo para tomarse las vacaciones.

Ahora son muchos los que apuestan por descansar en pleno agosto, bien cerrando el comercio o bien apostando por la «jornada continua» y abriendo sólo por la mañana. Quizás los niveles de venta se reduzcan en según qué establecimientos durante el verano, sobre todo los pequeños, que no participan en el periodo de rebajas. Lo cierto es que Palma presenta un aspecto, al menos por la tarde, a menudo desolado.

El presidente de la patronal Pimeco, Demetrio Peña, sitúa el cambio de costumbres en el momento en el que los comercios empezaron a reducir personal. «Antes, todas las tiendas tenían dos o tres empleados y se podían hacer turnos para las vacaciones, ahora, con las reducciones de personal eso no es posible y si el propietario quiere descansar tiene que cerrar el establecimiento, aunque siempre avisen a los clientes, no hay problemas».