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El temporal de levante que estos días ha azotado la Isla, concretamente la costa que va desde Cap Salines hasta el litoral de Capdepera, impidió ayer a numerosos pescadores salir a pescar los raors en el primer día del levantamiento de la veda del Govern balear. Los más valientes que se adentraron en el mar fracasaron en el intento y no pudieron volver a tierra con el ansiado botín.

Algunos marineros de la Colònia de Sant Jordi y de Porto Cristo fueron a la búsqueda del codiciado pescado, pero regresaron con las manos vacías. «Hoy como primer día sin veda, confiábamos que la pesca sería fresca, por ello nos hemos embarcado a la salida del sol, pero a las nueve de la mañana ya regresábamos sin un solo raor», nos explicaba ayer Guillem Crespí, uno de tantos aficionados a la pesca que ayer se quedaron sin poder pescar raors en la Colònia de Sant Jordi.

Los marineros profesionales también fueron víctimas de la fuertes rachas de viento, de tal manera que mantuvieron sus embarcaciones amarradas en el muelle. Los llaüts permanecieron amarrados en los muelles de la Colònia de Sant Jordi, Porto Cristo i Portocolom durante toda la mañana de ayer, sin poder notar el contacto con el alta mar.

En cualquier caso, los pescadores se manifestaron a favor de la prohibición temporal de la pesca del raor porque así «se consigue un aumento de la cantidad de los ejemplares y también de su peso medio en un 10%», apuntó ayer Lluís Mas, presidente de la Cofradía de la Colònia de Sant Jordi. Así mismo, Mas quiso destacar que la mejor temporada del raor es en el mes de setiembre y también en octubre, porque «el raor ya ha desovado y es cuando consigue el mayor peso de su vida». De hecho, antiguamente, la pesca de este pescado no se practicaba hasta finales del mes de agosto, ya que «había veda natural por las primeras tormentas de finales de verano», apuntó el presidente de la cofradía de pescadores.