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Los vecinos de Sant Llorenç demostraron anteanoche que están en forma o que, al menos, tienen ganas de divertirse y pasárselo bien con los amigos. En el marco de las fiestas de verano, como no podía ser de otra forma, no faltó la consolidadísima cursa popular nocturna llamada Més sans que un gra d'all, que este año cumplía su octava edición.

En este sentido, la primera carrera del siglo XXI se convirtió en la más multitudinaria de las celebradas hasta la fecha. Se pusieron a la venta unas 3.200 camisetas (a 500 pesetas la unidad), y todas se vendieron. El autor del dibujo ha sido Joan Caldentey, y ha destacado por la vistosidad del color rojo y la elegancia del pueblo reflejado.

A las once de la noche, tuvo lugar la concentración en la plaza del Ajuntament. La salida se dio en la calle Major, y los participantes recorrieron las calles Major, Església, Cabrera, Mare de Déu, Escoles, Nou, Carrerrillo y, otra vez, calle Major. Precisamente en esta vía fue donde los corredores disfrutaron más de bañarse con las duchas y de ser remojados por las personas que desde las ventanas de ca s'Escaleta lanzaban agua constantemente. Una vez finalizada la cursa, la fiesta se desplazó a la plaza del Ajuntament con una macro fiesta de espuma-discoteca. La diversión volvió a ganar a la dura competición.