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J. RODRÍGUEZ La decisión de la empresa Radiotaxi, dedicada a enviar taxis por teléfono, de no cobrar el suplemento por el servicio aprobado por el Ajuntament hace dos años, está creando confusión entre los usuarios de Ciutat, ya que las otras dos empresas sí lo están haciendo. En su día Cort emitió un decreto por el cual establecía unas tarifas en caso de que los conductores realizaran un servicio demandado telefónicamente. Así, si la llamada se produce en un día laborable, el conductor tiene que cobrar 75 pesetas, si es a partir de las nueve de la noche o un festivo la tarifa es de 150 pesetas y si es para el aeropuerto, la tarifa es de 400 más 75 por maleta.

Las empresas tienen la obligación de cobrar esta tarifa y dos de ellas, Taxis Palma y Fonotaxi, ya lo están haciendo, mientras que Radiotaxi no lo hace. Algunas fuentes del sector aseguran que los taxistas de dicha empresa no cobran el suplemento porque, aunque la normativa establece que no se puede bajar el taxímetro hasta llegar al lugar indicado, ellos lo bajan nada más recibir la llamada y está corriendo mientras llegan al destino. De esta forma, aseguran las mismas fuentes, «se comen el llamado recorrido muerto y además, según las zonas pueden ganar 200 o 300 pesetas más en vez de las 75 que establece el decreto».

Fuentes de Radiotaxi, sin embargo, negaron estas acusaciones aunque reconocieron que, efectivamente, no cobran el plus por llamada. «Lo hacemos por no perjudicar al usuario. Todos tenemos clientes habituales y a éstos no les cobramos y si vemos que la carrera va a ser cara tampoco vamos a pasarnos de rosca a la hora de cobrarles», aseguró. El portavoz de la empresa niega que sus taxis bajen la bandera del taxímetro nada más recibir la llamada aunque asegura que «como en todos sitios, incluso en las otras empresas que se dedican a esto de los taxis, no podemos evitar que alguno se pase de listo».

De hecho, y aunque defiende que el decreto no se ha aplicado nunca, el portavoz asegura que a los profesionales les interesa aplicarlo. Para ello, asegura, el Ajuntament de Palma debería dar publicidad al decreto a través de una campaña que llegara a todos los ciudadanos y que éstos conozcan las tarifas. «Lo que no estamos dispuestos a permitir es que los clientes piensen que es una cosa nuestra porque muchas veces nos cuestionan las tarifas. Tiene que quedar muy claro, porque nosotros estamos dispuestos a cobrarlo si nos lo exigen, que es una cosa que viene del Ajuntament de Palma».